Eréndira Ibarra está rompiendo techos de cristal y dejando su huella en Hollywood

Mi experiencia en el set fue una especie de “deja vu” porque gran parte del equipo había trabajado en ‘Sense8’ y fue como volver a casa. Volver a estar con nuestra familia, con algunos elementos nuevos como Keanu y Carrie-Anne, de los cuales soy una gran admiradora. Así que fue una dinámica hermosa. Me gusta pensar en ello como la unión de dos familias; la familia Matrix y la familia Sense8, y creando un hermoso espacio realmente seguro y diverso donde podamos contar esta extraordinaria historia.

Todos los días. Siempre le digo a Lana [Lana Wachowski, la directora] que nunca he estado con alguien que me dé tantos momentos de “pellizcame a ver si es cierto” en mi vida. Estando en el set, recuerdo el primer día caminando en los ensayos y simplemente viendo a Keanu y Carrie-Anne entrenar. Literalmente me encerré en el baño para llorar. Todavía lo hago. Ahora que salió la película y sé que estoy en ella, sigo pensando “Estoy en Matrix. No puedo creerlo”.

Es un poco loco. Creo que hay tantas expectativas ligadas a una película como esta, y todo el mundo está tan emocionado que realmente tenemos que aprovechar la energía con la que la hicimos y confiar en el proceso de creación de la pieza. Esa es la parte más importante. Solo esperamos que la gente lo disfrute tanto como nosotros disfrutamos haciéndola y que pongan su corazón en ella tanto como nosotros lo hacemos. En eso es en lo que me baso. Porque yo siempre, como todos y más especialmente las mujeres, tenemos este síndrome del impostor en el que decimos: “Uf, no sé lo que estoy haciendo”, y las redes sociales entran y la gente comienza a hacer comentarios. Llevan la presión al siguiente nivel. Mi filosofía es simplemente recordr el proceso de cuando estábamos filmando, y recordar quiénes somos y quién lo estaba filmando, y mantenerme firme en eso y en el amor. Los que odian, odiarán; pero, en realidad no hay nada que odiar. Creo que la gente realmente va a disfrutar de la película.

Todo (risas). Muero de ganas de que la gente vea la película completa. Eché un vistazo a YouTube y otras plataformas para ver qué pensaba la gente de “Resurrections” y cómo iba a ser y me encanta estar sentada allí, diciendo: “No, eso no va a ser así. No, no, no, no. No es así”. Y a veces me sorprenden y digo: “¿cómo saben eso?” Es muy emocionante de ver. Probablemente, voy a estar en el cine varias veces sola para ver las reacciones de la gente. Va a ser hermoso, simplemente volará la mente de la gente.

Definitivamente. Trabajar con Lana y James (McTeigue, uno de los productores de “Resurrections” y colaborador de las Wachowski desde hace mucho tiempo) fue nuevamente extraordinario. Fue como volver a visitar “Sense8” con esteroides. Todo era más grande, todo era más intenso. Incluso nuestras necesidades físicas eran duras. Fue muy desafiante al igual que “Sense8”, pero teníamos todo este nivel de más debido al legado que manteníamos. Si no estuviéramos juntos como familia, no creo que hubiéramos podido crear lo que hicimos, creo que hubiéramos estado demasiado asustados. Pero nos sentimos tan seguros. Y luego, Lana y yo realmente intentamos impulsar la diversidad en el set, detrás de las cámaras durante “Sense8”, pero eso fue hace 6 años. Y ahora, con esta película, lo llevó al siguiente nivel. Estábamos en el inicio, sentados junto al mundo. Y eso es lo importante: el plató debe parecerse al mundo. No solo está en pantalla, sino fuera de ella. Ese era el sentimiento, teníamos representación donde importa estructuralmente, donde están los trabajos. Me hizo realmente feliz, bendecida y súper agradecida ir al set todos los días y celebrar quiénes somos y la diversidad que nos hace tan fuertes.

Soy parcial (risas). Soy tan parcial. Me encanta “Sense8”, soy una fan en toda regla, no solo soy parte del equipo. Creo que es muy emocionante y genial que las personas que no han visto el programa quieran hacerlo debido a “The Matrix”. Pero que puedo decir... Me encanta todo lo que han hecho las Wachowski y todo en lo que han estado involucradas. Sin embargo, “The Matrix” cambió mi vida. Poder ser parte de esto, con mi familia “Sense8”, yendo a la historia que cambió mi vida, estoy muy agradecida. Supongo que esta es mi manera indirecta de decir “sí, la trilogía Matrix y Sense8 son mis proyectos favoritos”, pero es muy difícil decidir.

Bueno, crecí en el set. Para mí, hay un aspecto familiar que no es muy grande en las producciones en Estados Unidos.Cuando comencé a trabajar allí, recuerdo sentirme un poco aislada y, no sé si alguien lo sabe, pero en México, cuando estamos en el set, todos se apoyan unos en otros, nos divertimos, todos se saludan. No hay una división del equipo, los actores y la producción. Nos sentamos todos juntos, comemos, reímos juntos. Creo que es algo muy mexicano y es algo que extrañé cuando comencé a trabajar en los Estados Unidos. Pero “The Matrix” fue un regreso completo a eso, a esa felicidad en el set, poder sostenernos mutuamente. Entonces, mi experiencia en México fue una transición suave para trabajar con Lana pero no para trabajar en otros proyectos que son un poco más cuadrados. Pero, al final del día, siempre traigo el amor y creo que eso es lo más importante porque los actores no somos “ombligo del universo”, no somos el centro del universo. Puede que tengamos la cara frente a las cámaras, pero si no tenemos al equipo detrás de nosotros, sosteniéndonos, no somos nada. Eso es lo más importante para mí y es algo que llevo a todos lados donde voy y donde trabajo.

Bueno, lo que es más importante para mí como actriz es contar historias que son extraordinarias, que mueven a la gente en cualquier idioma en el que estén. Como productora, estoy más enfocada en producir proyectos en América Latina, especialmente en México porque estoy orgullosa de lo que podemos hacer aquí, y creo que tenemos una industria que necesita que los que estamos afuera regresemos a casa y sigamos trabajando aquí. Estoy haciendo un poco de todo en lo que es producción de mi vida. Quiero seguir creando aquí en México, para América Latina y para hispanohablantes en todo el mundo. Pero me encanta trabajar en inglés, el inglés es mi primer idioma. Crecí en San José, California. Allí me crié. Entonces, no lo sé. Lo que sea que venga y cualquier oportunidad que tenga, la aprovecharé de todo corazón y con gratitud. Pero en el aspecto de la producción, me estoy enfocando en México y creando contenido en América Latina.

Muy pronto presentaré mi próximo proyecto como productora, uno que estoy produciendo y protagonizando. Estoy trabajando junto a mi hermana Natasha Ibarra, que trabaja en el mercado estadounidense como escritora, y con mi socia comercial, Barbara Redondo, quién es activista y con quién trabajo en mi ámbito activista (risas).

Estamos tratando de crear una plataforma para proyectos que nos hablen a un nivel espiritual superior, sin forzar el mensaje ni empujarlo en la cara de la gente. Me siento algo inspirada por lo que hace Lana y cómo cuenta historias que llaman a nuestras almas, pero que no nos están poniendo una agenda en la cara. Tengo muchas gana de contarles más sobre el proyecto, será increíble. Es un proyecto bilingüe y estará basado en México, basado en una novela de una bella escritora mexicana. Las cosas se están juntando maravillosamente. Es muy emocionante. Ya les contaré más al respecto. Realmente estamos tratando de resaltar la diversidad y elevarnos a nosotros mismos contando historias maravillosas.