Ale Capetillo, una de las hijas de Biby Gaytán y Eduardo Capetillo, se llevó un susto por síntomas extraños de su salud que la hicieron llegar al hospital. Mucho más tranquila, reveló a sus seguidores a través de Instagram, que de un momento a otro se empezó a sentir mal y hasta llamó a sus padres desde España a México para contarles que no la estaba pasando nada bien.
La joven de 18 años explicó que todo empezó luego de salir con una amiga. “Fue de la nada, no sé qué me pasó, aparte escaló súper rápido“, recordó en sus historias de Instagram. “Fui a aun evento y estaba bien y de la nada, en la noche, empecé a sentir frío en los huesos, de los pies hasta la espalda, empecé a sentir frío congelado. Me empezó a doler el hueso y dije: ‘algo está pasando’”, agregó.
Lo primero que se vino a la mente de la chica y de sus papás, fue un nuevo contagio de COVID-19, tal como le sucedió el año pasado cuando estuvo enferma con el virus que puso de cabeza al mundo entero. Ale incluso pensó que todo era por hambre y fue a cenar con su amiga, pero su cuerpo seguía dando señales de que algo estaba pasando.
“De verdad eran escalofríos… Me dolía moverme del frío que empecé a tener. Cada vez iba escalando más. Llegué a mi casa y me di cuenta que no era normal. Me chequé la temperatura y dije: ‘esto es fiebre’. Dicho y hecho, estaba en 39º C, estaba derritiéndome”, expresó.
Una gripa muy fuerte y la orden de sus papás
“Les marqué a mis papás y me dijeron: ‘Te vas ahorita al hospital’. Yo no quería, le tengo pavor a los doctores y a los hospitales y más estando lejos de mi familia. Pero mis papás me dijeron que me fuera. Obviamente, la primera duda era si tenía Covid. Me hicieron la prueba y hasta ahorita soy negativa” explicó aliviada a sus seguidores.
Aunque Ale y sus papás estuvieron muy nerviosos mientras esperaban el diagnóstico médico de lo que le había pasado, hoy se sienten más tranquilos. “Gracias a Dios, negativa en Covid. Aún así tengo una de esas gripas monumentales, pero voy mejor”, explicó la joven Y para tratarse sólo hizo falta un remedio en casa: “Ya con puro tecito voy mejorando”.