La historia de Daniella Álvarez sigue motivando al público. Su actitud positiva ante las circunstancias más complicadas la convirtieron en la favorita de muchos, y su carrera tomó un rumbo distinto. Hoy, la juez de Nuestra Belleza Latina está lista para hacer realidad sus sueños más lindos, como legar al altar y formar una familia con Daniel Arenas, el hombre que tanto ama. Pero detrás de todos estos deseos, hubo momentos muy obscuros en los que ni los médicos sabían qué sucedería con el cuerpo de la ex Miss Colombia cuando, en junio de 2020 le amputaron la pierna izquierda.
“Todos los días me levantaba y decía: ‘Esto será un sueño o será real’. Cada día que abría los ojos pensaba si era yo”, reveló como nunca antes a Tanya Charry de El Gordo y la Flaca. Al salir del hospital, Daniella aún se enfrentaría con otras situaciones igual de complicadas, pero a las que pondría una buena cara.
La ex reina de belleza reveló que, al salir de la cirugía, sus glúteos estaban necrosados. “Los médicos me dicen que no sabían qué iba a ser de mí. Mis glúteos estaban negros y mi pie también”, dijo sobre aquellos días en la clínica, cuando su vida cambió para siempre.
“La peor parte es cuando regreso a mi casa y por haber estado tanto tiempo en la clínica con medicamento, cada cuatro horas de morfina, eso te vuelve un poco adicta. Comienzas a tener un sube y baja en el tema emocional. Lloras, te encontentas, después estás muy triste, después no sabes lo que te pasa”.
Los cambios en su rutina
Los primeros días sin la pierna fueron extraños. Daniella contó cómo cambiaron en cosas tan sencillas como ponerse ropa. “Tiras la pijama como si tuvieras el pie. Me iba a poner el zapato y me confundía porque ya no tenía dónde ponerlo. ¡Es un desastre!”, explicó. Entre las cosas que más extraña hacer, es bailar como antes, una de sus pasiones que, a pesar de llevar la prótesis, sigue disfrutando a sus posibilidades.
Su rutina cambió. Ahora que vive en Miami para estar cerca del estudio de Univision, la chica de 33 años se acopla a su nueva vida. Antes de ir a la cama, prepara todo lo que pueda necesitar para tenerlo al alcance de la mano. Por las mañanas, Daniella se baña sentada, después se pone su prótesis y realiza sus actividades con la mejor actitud. Es capaz de manejar, caminar, andar en bicicleta y ¡hasta correr!