Después de meses de estar en medio de rumores de separación, Javier Chicharito Hernández rompió el silencio sobre su situación con Sarah Kohan, madre de sus hijos Nala y Noah. Lejos de la cancha de futbol, el mexicano se convirtió en el titular de varios portales por su vida personal, las indirectas, especulaciones de una nueva pareja y hasta su presencia en el cumpleaños de su hijo Noah, que parecía poner fin a los rumores y dejar en claro que las cosas marchaban bien entre él y la australiana. Por primera vez, el delantero de Los Angeles Galaxy habló sobre los motivos por los que se separó de Sarah, su vulnerabilidad y la fuerte depresión que vivió tras el fallecimiento de su abuelo, Tomás Balcázar.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
“No era la mejor pareja que necesitaba ser, no era el mejor padre que quería ser”, dice en entrevista con The Ringer. “No era un gran amigo. No era el gran ser humano que quería ser”, agregó sobre aquel momento en el que su mundo parecía venirse abajo. Por un lado, la ausencia de su abuelo lo afectaba mucho, por otro, su esposa se regresaba a Australia con los niños.
En el ámbito laboral tampoco marchaban bien las cosas. La exigencia por un gol en el Galaxy, la lesión que lo forzó a quedar fuera de 12 juegos y las críticas a las que se enfrentaba día a día recalcando que ya no estaba en Europa. Su respuesta fue esconder todo tipo de emociones y encerrarse en casa y jugar videojuegos.
A su manera, tuvo que procesar esa etapa, pero su propio ego no se lo permitía. “Cuando vemos a un hombre llorar, pensamos que es débil, pero todos somos humanos”, aseguró, y ahora ve la vulnerabilidad como una oportunidad lejos de una debilidad.
El dolor de perder a su segundo papá
La familia de Chicharito es unida, como todas tiene sus detalles, pero el amor los mantiene juntos. El jugador de 33 años ama a sus padres y hermana, pero tuvo un vínculo especial con su abuelo Tomás Balcázar, de quien heredó la pasión por el futbol al igual que su padre. El 26 de abril de 2020, a los 88 años, falleció dejando un vacío muy grande en su nieto.
En su charla, confesó que las cosas más sencillas como despertar, comer o tener orden en casa parecían imposibles. Chicharito estaba en Los Ángeles, lejos de su natal Guadalajara en donde vive su familia, y no podía viajar para estar con ellos por las restricciones de la pandemia. Un hecho nunca antes visto en el mundo que lo afectó aún más. Javier se encerró en sus sentimientos, se alejó de todos y solía llorar en privado, durante sus entrenamientos.
Hoy, con esta charla en la que abre su corazón, se muestra más fuerte. Incluso hizo un podcast para hablar sobre la importancia de la salud mental. Poco a poco recupera la confianza y mientras hoy se encuentra en el top 10 de los goleadores de la MLS, aún trabaja en convertirse en un buen padre para Noah y Nala.