Poco a poco Alejandra Espinoza retoma su rutina. Los compromisos en su agenda la siguen llevando por los estudios de Univision para dar lo mejor de sí, como sucedió este jueves en el set de El Gordo y la Flaca, a donde llegó para conducir el programa junto a Raúl de Molina por la ausencia de Lili Estefan. Sin embargo, al charlar con su compañero sobre cómo se sentía luego de ser llevada de emergencia al hospital a principios de mes, la mexicana no contuvo el llanto y se echó a llorar.
En su conversación, Alejandra recordó cómo se dio cuenta de que algo estaba mal con su cuerpo por el día en el que corrió su segundo maratón. “Tuve una luz roja de que algo andaba mal conmigo. Recuerdo que fui al baño muchas veces y me di cuenta de que fue porque no sudé. Es muy extraño correr 26 millas y no sudar”, dijo para sorpresa de muchos. “Algo en mi cuerpo está mal. Algo que no sé qué es”, agregó. “Me han estado haciendo exámenes y no sé”.
Además de la preocupación que sintió, Alejandra confirmó que recibió un muy mal trato por parte de los especialistas en el hospital. Raúl reveló que incluso él la cuestionó por haber acudido a ése lugar y no a otro. “Fue una emergencia. Nadie en el hospital me entendía. Me ponían letreros y veía todo, pero era como cuando te despiertas en la mañana y tienes una lagaña y no puedes fijar la vista”, explicó.
Alejandra contó que su esposo, Aníbal Marrero sufrió una parálisis facial 10 años atrás y llegó pensando que era lo mismo que le pasaba a ella. Por suerte, lo descartaron. “El estrés para mí, más que mi salud, era el estrés que sabía que le estaba provocando a mi familia. Mi papá es médico y se asustó cuando le dije el medicamento que me estaban dando”.
Sin poder contener las lágrimas, Alejandra contó que sus padres están en su casa cuidando a Matteo. “Lo que quiero es siempre darles alegrías. Ellos me dan mucha fuerza”.
Alejandra salió del hospital sin un diagnóstico. Solo estabilizada y con muchos medicamentos, pero sin saber qué le había provocado el fuerte dolor de cabeza, las náuseas y la parálisis de la mitad de la cara. “En cuanto salí del hospital y fui a ver otro neurólogo, me dijo que dejara de tomar todo eso”, expresó.
Mientras continúa con su vida, la ex Nuestra Belleza Latina no ha dejado de acudir a que le realicen estudios médicos esperando encontrar lo que le provocó ese mal momento. Aunque algunos de sus exámenes han salido bien, Alejandra confía en que al final todo sea causado por estrés y la solución sea cambiar su estilo de vida.
Sin embargo, la preocupación es latente, algo que Raúl de Molina notó y, como un buen amigo, hizo una excepción en su regla de no contacto físico con nadie -ni siquiera besos con su esposa Mily- para dar un emotivo abrazo a su amiga. Alejandra no contuvo el llanto, aunque intentó disimular con todo su profesionalismo y le agradeció por el gesto de cariño.
Clarissa Molina, una amiga más de Alejandra Espinoza
En su paso por el estudio de El Gordo y la Flaca, Alejandra no sólo convivió con Raúl, sino con los compañeros con quienes frente y detrás de cámara ha hecho una segunda familia. Entre ellos se encuentra otra ex reina de Nuestra Belleza Latina, Clarissa Molina. La también presentadora de TV aprovechó el momento para tomarse una foto con ella y enviar un lindo mensaje en las redes sociales.
“Mi Alejandra Espinoza te adoro con el alma. No sabes lo feliz que estaba de verte de como la guerrera que eres, con más fe que nunca en nuestro Dios y sobre todo con el optimismo que te caracteriza. ¡Pa’ adelante siempre! 🙏🏼💜 ¡¡¡Muah!!! 😘”, escribió Clarissa.
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