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Los cambios en la vida de Antonela Rocuzzo y Lionel Messi han sido para bien. Desde que el futbolista se despidió del F. C. Barcelona e ingresó al Paris Saint Germain, la familia la ha pasado de lo mejor en su nueva ciudad. Hace unos días veíamos a Antonela y sus tres hijos -Thiago, Mateo y Ciro- muy sonrientes en el debut del argentino en su nuevo equipo, y hoy confirmamos que están contentos con su nueva rutina en las calles parisinas. Fue ahí en donde sus hijos la pasaron muy bien al aire libre, jugando con su mascota y conociendo los alrededores. Todo mientas Mateo, de cinco años, dejaba ver que había heredado de papá el talento para el balón.
Sin perder la concentración en el balón, Mateo mira con una sonrisa hacia la cámara de mamá. El pequeño corre tras la pelota tal como lo haría su padre en la cancha. Una linda postal familiar que se completó con el paisaje parisino, en donde se aprecia el Arc de Triomphe du Carrousel, ubicado en uno de los muchos jardines del Distrito I, y justo frente al famoso museo de Louvre.
Antonela también compartió un lindo paseo junto al menor de sus tres hijos, Ciro. El pequeño de tres años estaba de lo más contento con su mascota, Abú, llevándolo con correa en mano y sonriendo para el video de mamá. Aunque se llevó un ligero susto cuando, sin darse cuenta, un perrito similar al de él se acercó a toda prisa para jugar con Abú. Una tierna imagen entre el niño y la mascota que llegó a su hogar en octubre pasado.
La bella vida de los Messi en París
A su llegada a esta nueva ciudad, la familia se instaló en Le Royal Monceau, un hotel que queda a sólo 15 minutos del estadio Parque de los Príncipes, la sede del PSG. Por su ubicación céntrica, resulta sencillo para la familia salir a caminar por los parques y jardines cercanos.
© @antonelaroccuzzoLa guapa esposa del futbolista también compartió un par de imágenes de los paisajes que ahora ve día a día. Largas caminatas en los jardines para llegar a puntos históricos y turísticos como la place de la Concorde, en donde fotografió a lo lejos y en un día despejado a la famosa Grande Roue de París.
