A Bárbara Bermudo nada la detiene, y prueba de ello es su más reciente éxito a nivel profesional. Tras cuatro alejada de la televisión, la periodista conquistó un nuevo logro profesional junto con su agencia de publicidad, BMBM Productions. Recientemente, la agencia recibió la certificación de Women‘s Business Enterprise (WBE), otorgada por el Consejo Nacional de Empresas de Mujeres (WBENC, por sus siglas en inglés), lo cual quiere decir que en un futuro cercano, podría ser contratada por el gobierno de Estados Unidos.
En enero de 2017, Bermudo dejó de formar parte de las filas de Univision, y más allá de rendirse o dejarse caer, se levantó y con todas sus fuerzas luchó por sus sueños. La puertorriqueña resurgió y creó su agencia con ayuda de su esposo, Mario Andrés Moreno. Lo que empezó como un emprendimiento, ahora es toda una empresa consolidada con el reconocimiento de importantes organismos. En entrevista con HOLA! USA , Bárbara nos habló de cómo lo logró, sus claves para el éxito, así como su posible regreso a la pantalla chica.
¿Cómo te sientes de que la agencia haya logrado la certificación WBE?
Me siento la mujer más dichosa. Soy una prueba de que cuando dependemos de Dios, se tiene fe y las personas correctas a nuestro lado, ningún sueño es imposible o inalcanzable.
Fue un esfuerzo con Mario Andrés, ¿cómo es trabajar codo a codo con tu esposo? ¿Cómo logran separar el trabajo de la casa?
Como hablamos el mismo idioma en todo los aspectos desde que nos casamos, Dios nos dio la capacidad de lograr ese balance y madurez para separar las asuntos del trabajo con nuestras responsabilidades como padres. Sin duda, esto ha sido un trabajo en equipo, sin la ayuda de mi esposo Mario Andrés este gran paso no lo hubiésemos logrado. Él siempre ha sido un mentor para mí en muchas áreas de mi vida. Aquí le estamos dejando una enseñanza a nuestros hijos de que los grandes logros tienen que ser acechados, a la vez dejarles un legado que lo importante que es creer en Dios y ponerlo todo en sus manos.
Si llegaras a colaborar con el gobierno federal, ¿qué tipo de campañas te gustaría impulsar… educación, salud?
Esta certificación puede ser especialmente importante en las industrias donde las mujeres están poco representadas y se enfrentan a desafíos difíciles. Industrias como tecnología, finanzas e incluso leyes. Estamos en un momento crucial para alzar la voz en ambas sectores; la educación y la salud y sin duda alguna serán prioridades si se nos presenta la oportunidad de colaborar con el gobierno federal en dichas ramificaciones.
Te vemos muy involucrada en este proyecto, pero ¿qué hay de la televisión, regresarías?
Ahora estoy enfocada en varios proyectos, y son mis prioridades en estos momentos , pero nunca he descartado regresar a la televisión. Estudié periodismo y esa pasión siempre ha circulado por mis venas. No es un cliché pero sí soy ferviente al dicho de que ‘Los tiempos de Dios son perfectos’, y Él siempre nos puede cambiar los planes. Sin embargo, lo que he logrado y seguiré logrando es la enseñanza que quiero inculcarle a mis hijas, que con fe y perseverancia todo se puede lograr.
¿Qué es lo que más añoras de estar en la pantalla chica?
Sin duda lo que más extraño es el contacto con ese público cautivo de los medios tradicionales, pero gracias a las era digital aquellos que hemos salido de la TV podemos seguir teniendo una relación aún más estrecha con nuestros seguidores que nos han apoyado desde el comienzo de nuestras carreras. En la actualidad, la interacción con la audiencia es mucho más personal, fluida, directa y, en definitiva, posible, gracias a las redes sociales e Internet.
¿Cuál dirías que fue tu fórmula o secreto para levantarte tras salir de la tv y volver más fuerte que nunca con otra faceta profesional?
Desde el momento que salí de la TV, me di cuenta de que había un propósito y no tuve miedo a asumir nuevos, todo lo contrario, entendí que nuevas oportunidades llegarían. Para mí, el secreto fue estar preparada para enfrentar una nueva etapa profesional y rediseñar mis límites.
¿Hubo miedo o inseguridad? Muchas personas, no se atreven a dar un paso así y dejan atrás sus sueños…
El primer paso es tener claro el propósito y la meta que queremos alcanzar, de eso va a depender nuestro éxito. Una mujer “empoderada” no puede tener miedo a asumir nuevos desafíos, aunque nos de miedo debemos salir de nuestra zona de confort, así poco a poco vamos comprobando como vamos venciendo los miedos y vamos adquiriendo experiencia nueva. Lo nuevo o lo desconocido siempre trae temor y desafíos, pero está en nosotros en cómo vemos esa montaña grande o pequeña para así poder cruzarla.
Con todo lo que has logrado, ¿te consideras una mamá exigente? Las niñas tienen un gran ejemplo en ti…
Sí soy una madre exigente. No quiero hijas perfectas pero si que tengan mayores aspiraciones que nosotros, que entiendan que en la vida para obtener lo que queremos hay que luchar y perseverar, porque no todo puede ser al estilo ‘microondas’. El amor que le tengo a mis hijas me impulsa a ser un poco más estricta, porque cada madre quiere que sus hijos(a) nos superen con sus logros y aspiraciones.
¿Cómo manejas los temas delicados con tus hijas, sobre todo la mayor, que es casi una adolescente? Por ejemplo, los peligros de las redes sociales, el amor, la adolescencia…
Criar en estos tiempos es un reto para todo padre. Yo trato de darles confianza escuchándolas porque así gano una posición de respeto que me permite entrar en sus asuntos más personales. También es importante crear un ambiente de comunicación, entrar en su corazón y respetar cuando necesitan su tiempo. Las Hermanas Moreno son muy diferentes y a cada una las tratamos según su personalidad, y sus necesidades, pero después de criar a sus 4 hijos con tanto amor, responsabilidad y devoción, muchas veces a dejo a Mario tomar el control, al fin y al cabo, son más años de experiencia.
Tu vida y la de tu familia se vio afectada por el COVID. Mario Andrés la pasó muy mal, tras esta experiencia, ¿qué ha cambiado a nivel familiar? ¿cómo agradecen tener una segunda oportunidad todos juntos y sanos?
Doy gracias todos los días por la vida de mi esposo. Nunca perdí la fe y aunque fueron momentos difíciles, siempre fije mi mirada en Dios, sabiendo que regresaría a casa. El COVID ha afectado de una manera u otra a millones de familia y no fuimos la excepción. Ahora estamos más unidos que siempre, cuidándonos y agradeciendo por esta nueva oportunidad.