El Papa Francisco apareció en público este domingo por primera vez desde que fue operado la semana pasada, y lo hizo dando su oración semanal del Ángelus desde una ventana del hospital. Se trataba de “una intervención quirúrgica programada para una diverticulitis estenótica sintomática”, según un comunicado de la oficina de comunicación de la Santa Sede en ese momento.
“Estoy feliz de poder cumplir con la cita dominical del Ángelus, también aquí desde el Policlinico Gemelli”, dijo el papa hablando desde un balcón del Hospital Universitario Agostino Gemelli de Roma, donde se recupera actualmente.
“En estos días de hospitalización, he experimentado lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos, como lo es en Italia y en otros países. Un servicio sanitario que sea gratuito, que asegure un buen servicio accesible a todos”, agregó.
Del mismo modo, el pontífice de 84 años expresó su aprecio por todos los médicos y el personal sanitario y hospitalario: “Recemos por todos los enfermos, especialmente por los que se encuentran en las condiciones más difíciles: que no se deje a nadie solo, que todos reciban la unción de la escucha, de la cercanía y del cuidado”.
El santo padre se reincorpora poco a poco al trabajo, camina, sus análisis de sangre son “satisfactorios” y “sigue el tratamiento prescrito” tras la intervención quirúrgica de la semana pasada, señaló el sábado un portavoz del Vaticano. Se espera que salga del hospital en los próximos días.
Desde que empezó su papado, el pontífice tan solo había sido operado de cataratas en diciembre de 2019. En aquella ocasión se trató de una simple intervención en la vista, realizada con láser, para la cual no tuvo la necesidad de ser ingresado más allá de unas pocas horas que no afectaron su agenda.