Carolina Sarassa nos cuenta cómo se siente en la dulce espera de su príncipe

“¡El tiempo ha pasado volando! Ya la próxima semana entro en mi tercer trimestre de embarazo. Tenemos siete meses y nos faltan dos meses y medio para la llegada del príncipe. Estamos tan felices, emocionados y mirando el calendario todos los días, esperando que llegue pronto el día de tenerlo en nuestros brazos con su hermanita Chloé Sophia”.

“En general, me siento muy bien. Pero eso sí, muy cansada y con la vesícula muy afectada. Durante el embarazo de Chloé mi vesícula perdió su tamaño normal por tanta presión, y quedó dañada. Cuando nació la niña, estaba amamantando y esperé para operarme y removerla. Después llegó la pandemia, y no quise meterme en un hospital y ahora que estoy embarazada he vuelto a tener dolores muy fuertes con la vesícula.

“Se me antoja todo, me quiero comer todo, pero para que la vesícula no se llene de bilis, me toca cuidar mucho la cantidad de grasa. El dolor es insoportable cuando como algo que me inflame, pero no puedo hacer ni tomar nada hasta que nazca el bebé”.

“Últimamente se acerca y le dice ‘baby, ven, ven’ me mira el estomago y toca el ombligo pensando que es una puerta y dice ’abre puerta baby, ven ven’ o pasa corriendo y le dice ’baby, no llore’. La llevamos al doctor y lo conoció por primera vez a través de un ultrasonido”.

“¡No! Y eso me tiene pensando día y noche. No nos hemos podido poner de acuerdo con el nombre. Desde mis 15 años supe que si tenía una niña se llamaría Chloé Sophia, pero con un niño, nunca lo pensé realmente. A mi esposo le encanta el nombre de Luca y es hermoso, pero uno de nuestros gatitos en casa se llama Luca”.

“Muy contenta y llena de emoción al imaginarme el momento en que mi hija conozca a su hermanito. Tengo una aplicación en mi teléfono que me ayuda a contar los días y a entender los cambios en mi cuerpo y soy feliz cada vez que veo una actualización. Al igual, mis días favoritos son cuando tengo cita al médico para verlo. Me encantaría que la pancita fuera de cristal para verlo todo el día”.

“El peso. Con el embarazo de Chloé Sophia no se me notó realmente que estaba embarazada hasta como el séptimo mes. Ahora, ni tengo ropa en casa para ponerme. Mi esposo se ríe porque le uso todos sus shorts y camisetas para estar en casa. Pero, hasta la ‘ropa de casa’ de él, me ha empezado a quedar pequeña.

“Pensé que, con un segundo embarazo, estaría más tranquila y menos preocupada, pero es lo mismo. Me preocupan los mismos detalles y estoy tan pendiente como con el primero”.