La hija de Adamari López tiene tan solo seis años, pero su experiencia en actividades extracurriculares es amplia. Sus padres la han inscrito a danza, ballet gimnasia, tenis, golf y equitación, siendo esta última una de sus favoritas , al punto que la pequeña Alaïa ha establecido una fuerte conexión con su yegua, Rumbera. El lazo entre la pequeña y su caballo coincide con la historia que cuenta la película animada de Spirit Untamed, la cual se estrenó el pasado de 4 de junio en cines.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Dicha ficción habla de una pequeña llamada Lucky Prescott, quien conoce a Spirit, un mustang salvaje con el que vivirá un sinfín de aventuras, pero sobre todo, conocerá el valor de la amistad y la lealtad. De cara al estreno de la película, la hija de Adamari López y Toni Costa se siente atraída por la historia, ya que ella misma se identifica con Lucky Prescott y su historia con Rumbera, quien ha sido su compañera de entrenamientos y competencias desde hace tiempo.
“Me encanta porque es la conexión de una niña con su caballo y me recuerdan mucho a lo que hace Alaïa” dijo Adamari la relación que su hija ha establecido con su caballo. La presentadora de Hoy Día comentó en un segmento del programa que encuentra en su hija y el personaje de Lucky muchas coincidencias. “ Hay una similitud entre el personaje de Lucky de Spirit Untamed”, señaló. “Alaïa es aventurera como el personaje del filme; le gusta experimentar, vivir, es apasionada, es niña y quiere pensar que todo lo puede lograr, que todo lo puede hacer y esas son las cualidades que vemos de Lucky, en la película”, agregó.
Alaïa, quien ha practicado equitación desde los dos años y medio, compartió ante las cámaras lo motivada que se siente cada vez que monta a caballo. “Estoy tan feliz cuando monto a Rumbera, es de mis favoritas. Me da libertad y felicidad cuando la monto”.
Y es que desde que Alaïa empezó a aventurarse en el mundo de los caballos, Rumbera ha sido su fiel compañera, incluso han ganado competencias juntas. “Le interesó desde chiquita. Al inicio le impresionó el caballo, fue como ‘amor a primera vista’; (el acercamiento entre Alaïa y los caballos) fue de forma natural”, destacó Adamari sobre la pasión de su hija por los equinos.