Pocas mujeres han llevado una trayectoria tan limpia y ordenada en su recorrido por el mundo de la fama como la fascinante Dayanara Torres. Desde que ganara Miss Universo en 1993 y durante 28 años, el mundo ha sido testigo de sus amores y desamores, de la devoción y entrega por sus hijos Cristian y Ryan, y de su forma de reinventarse una y otra vez ante las vicisitudes, incluyendo un crudo divorcio público y una batalla contra el cáncer.
Mayo es el mes dedicado a sensibilizar a la población acerca del melanoma, algo que llevó a Dayanara a tener su propio Billboard en Time Square tras su batalla contra la enfermedad, para ayudar a que la gente revise su piel con regularidad. Pero también es el mes de las mamás… Con una madurez labrada a fuego lento y con ocasión de la celebración del aniversario de Miss Universo, Yari, como le dicen los suyos de cariño, nos recibe en su casa en exclusiva para charlar con HOLA! USA.
Allí no solo nos contó la forma en que el mundialmente famoso certamen de Miss Universo le cambió la vida, también nos confesó cómo afronta ahora el desprenderse de sus hijos al verlos convertidos en adultos, encarando con optimismo el conocido síndrome del nido vacío. ¡Comenzamos!
Aquí puedes ver el detrás de cámara de esta espectacular sesión de fotos:
“Cuando las oportunidades y los momentos importantes y decisivos llegan a tu vida, tienes que decidir ser brava, aceptar los retos y atreverte a hacer las cosas que nunca pensaste que podrías hacer” –Dayanara Torres–
Dayanara… ¡28 años desde que te coronaste como la mujer más bella del universo! Se dice pronto…
28 años… No lo puedo creer, me siento feliz, 28 años desde ese momento tan importante… Es un día que celebro cada año, significó mucho para mi país y para mí, porque definitivamente me abrió las puertas a la persona que hoy soy.
Todo comenzó cuando alguien se acercó a ti en la calle y te invitó a comenzar esa increíble aventura, tenías solo 17 años….
¿Quién me lo iba a decir a mí? Jamás imaginé que una jibarita del campo, como decimos en Puerto Rico, llegara donde llegó- afirma con sencillez-. De estar jugando con los animales en la finca, o en la vaquería enfrente de casa, donde pasaba las tardes de sábado y los domingos. Lo más que hacía era recoger flores y pintarme el pelo con camomila… -exclama riendo-. Yo vine del campo, de una ciudad chiquita de las montañas, Toa Alta… Y comenzar aquella aventura, fue un cambio de la tierra al cielo, -recuerda con humildad. ¡Un año después comencé a viajar por el mundo entero! –dice todavía con una emoción de niña-. Una persona que no había viajado nunca, de pronto recorriendo Asia, Latinoamérica… Jamás hubiera pensado un año antes que iba terminar viviendo a los 18 en Filipinas, un país asiático donde no hablaba su idioma, lo aprendí, junto con inglés, que hablaba muy poquito inglés cuando gané. Terminé viviendo allí cinco años, hice doce películas y dos programas de televisión, donde cantaba y bailaba, muchos comerciales, discos, etc.
¿Cuál fue la lección más importante que aprendiste de tu primer gran triunfo al ganar el certamen?
Que cuando las oportunidades y los momentos importantes y decisivos llegan a tu vida, tienes que decidir ser brava, aceptar los retos y atreverte a hacer las cosas que nunca pensaste que podrías hacer. Si me hubiese quedado como esa niña tímida que era, jamás hubiera crecido como lo hice. Yo me atreví a aprender… -reflexiona-, a ser una esponja básicamente, recolectar todo lo que yo podía durante lo que estaba viviendo, desde algo que parece tan simple como caminar con tacos, a maquillarme, a comer en una cena elegante con siete cubiertos a izquierda y derecha, a conversar con el presidente de un país… Es una gran lección de vida que me aprendí para siempre: haber tomado la decisión, ser una brava y atreverme.
Ser brava implica también cometer errores.
Se supone que debo decir que no me arrepiento de nada y de todo uno aprende, pero es que es la verdad. Hay cositas en la vida que ahora en la distancia uno hubiese cambiado un poquito quizá, pero no me arrepiento de nada… -dice con resolución.
Ahora la vida te lanza un nuevo reto… Enfrentarte al síndrome del nido vacío porque tu hijo mayor ya está en collage y el segundo a punto estar de echar a volar… ¿Cómo lo estás viviendo?
Cristian está en su segundo año de collage en Nueva York y en unas semanas Ryan se gradúa y está decidiendo si estudiar en California o Nueva York, así que efectivamente, este año se me va a hacer difícil… -confiesa-. Ahí sí me va pegar fuerte, porque no sé lo que es mi vida sin ellos, no sé qué voy a hacer con tanto tiempo libre –asegura riendo-. El otro día me puse un poco triste, caminaba por un lugar y me topé con la tienda donde yo iba a comprarles ropa cuando eran chiquitos y se me aguaron los ojos, nada más pensar que no son niños, que son adultos, que van a vivir solos, que ya me dejan… Pero feliz y orgullosa a la vez de ellos por todo lo que están logrando, porque eso es parte de la labor de uno, inculcarles unos valores lo mejor que se pueda para que ellos también sean bravos, para que sean “los próximos bravos”, y se atrevan a volar y a vivir su vida, igual que hice yo.
Seguro te irá bien, con todos los nuevos proyectos profesionales increíbles que tienes en puerta. Cuando Cristian se marchó, empezaste a practicar y a lidiar con esas emociones.
Cierto, pero que esté bien no significa que no lo extrañe, lo extraño todos los días. Cristian y yo somos súper apagados, tenemos una personalidad tan exacta, tan igualita, que se me hace difícil aún. Veíamos juntos las mismas series y películas, tenemos el mismo sentido del humor, nos reímos de las mismas cosas… Yo tengo una alarma diaria en mi teléfono, a las 7 y media mías, que son las 10 y media de él, cuando yo le escribo buenas noches o, si tenemos el tiempo, nos ponemos al día de nuestras cosas. Y el pacto es que me tiene que contestar siempre, aunque sea un emoji, de una carita, una manzana o un beso; lo que sea, para saber que todo está bien y que él está bien… Es mi forma de recordarle que estoy ahí, que sigo pendiente aunque esté lejos, que estoy disponible solo al son de una llamada.
Te ves radiante.
Ahora mismo estoy feliz, y estar contento es la raíz de verse bien.
¿Cuáles son tus tips de belleza?
Trato de cuidar mucho lo que como, pero no me quito nada completamente, de vez en cuando me doy mis gustos, aunque sé que no lo puedo hacer todos los días. Así que me cuido, trato de comer sano, beber mucha, muchísima agua, y en los últimos cinco meses estoy haciendo algo que sin duda está de moda, la bici en casa a ritmo de música, Pelotón, me fascina, me encanta, sudo diario y me mantengo. ¡Esa máquina me hizo perder 30 libras en dos meses…!
¿Temes al paso del tiempo?
Por un lado sí, es duro, por eso me cuido todo lo que puedo. Tengo la dicha de tener los genes de mi mamá, que nunca se ve de su edad y eso ayuda, pero aunque trato de cuidarme lo más posible, tampoco es algo que me quite el sueño.
¿Qué te hace feliz?
Mi familia, ver a los nenes reunirse, verlos juntos en verano, en las vacaciones, en Navidad. Siempre nos reunimos todos usualmente en mi casa y si no en Miami, en casa de mi hermana. Nosotras así crecimos desde chiquititas, sabiendo que la familia es lo más importante. Con ellos lo paso tan y tan bien… Hoy me hace feliz saber que el día se va acercando de que volvamos todos a reunirnos de nuevo. Saber que a mitad de junio llega mi hermana a L.A. con todo, familia y perrita, y que Ryan se gradúa de collage pero vienen todos a ser parte de la graduación…
¿Qué te provoca tristeza?
No tenerlos siempre cerca, imaginarme mi casita sola sin los dos niños… Solo pensarlo me pone triste, así que trato de no hacerlo porque la verdad es que no sé cómo será mi vida sin ellos, sin que 24 horas al día, siete veces a la semana, el año entero estén conmigo… No sé ni lo que voy a hacer… -dice entre asustada y risueña.
¿Qué sueños te quedan por cumplir?
Broadway... Me encantaría hacer Broadway.
Como consigue todo lo que se propone, que no les extrañe si un día ven a esta extraordinaria mamá y artista sorprendiéndonos desde las tablas de la gran manzana. ¡Muchas felicidades por todos sus logros a esta eterna Miss Universe!
Créditos: Fotos: Nunu @nunupictures Maquillaje/Pelo: Paul Anthony @paulanthonylove Vestuario: Praia @praiabydayanaraduran Joyas: Daniela Villegas @danielavillegas