Eugenio Derbez revela que fue a terapia con su hija Aislinn, tras su viaje a Marruecos

El próximo 20 de mayo se estrenará la segunda temporada de De Viaje con los Derbez, pero mientras llega el gran día, Eugenio Derbez destapó los problemas que tuvo con su hija. Incluso, reveló que necesitaron ayuda profesional para salir adelante.

El comediante se sinceró sobre lo ocurrido y contó a El Gordo y la Flaca el porqué de esos roces entre padre e hija. “Con Aislinn tomé terapia, como de parejas, pero de padre e hija, porque sí hubieron muchas cosas que se rompieron por la presión de estar como productor y papá”, comentó.

El actor de origen mexicano añadió que el estrés del viaje propició las tensiones. “Las cosas estaban muy tensas y un poco distantes... yo sentía que no era igual y un día me dijo ‘papá, primero tenemos que arreglar nuestra situación’. Aislinn tenía un rencor un poco escondido conmigo”, comentó.

El propio Eugenio reconoció el momento justo en el que se dio el roce con su primogénita. Un día, durante las grabaciones, él no la dejó hablar, pero no lo hizo a propósito o para censurarla, simplemente porque había un guión que debían seguir.

“Mi hija se quedó con el sentimiento de ‘por qué mi papá que ya tiene una carrera hecha, es famoso, no me deja brillar, por qué quiere robarse el cuadro, por qué mi papá no me deja hablar, por qué quiere ese protagonismo todo el tiempo’”, compartió Eugenio, quien no tenía idea de las emociones de Aislinn.

Eugenio siguió contando a El Gordo y la Flaca sobre ese conflicto. “Y yo no sabía eso, cuando me lo contó en terapia le dije, ‘hija cómo vas crees que voy a querer robarte el foco’”, reveló.

En el caso de su otro hijo, José Eduardo Derbez, Eugenio aseguró que ese viaje le sirvió muchísimo para reforzar su relación, ya que por muchos años no tuvieron la oportunidad de convivir como a él le hubiera gustado.

Derbez, de 59 años, confesó que ese viaje a Marruecos fue de lo más benéfico para él y el menor de sus hijos varones: “Me unió más de lo que me había unido cualquier otra experiencia con él”.

Eugenio destacó que el viaje también pasó factura su matrimonio con Alessandra Rosaldo, quien estuvo sin dirigirle la palabra cerca de cuatro meses. Pero dentro de todo lo malo, hubo una gran beneficiada, la pequeña Aitana, quien reforzó los lazos con sus hermanos mayores.

“A pesar de que fue un viaje muy difícil, la convivencia fue muy difícil, efectivamente regresamos sin querer vernos un buen rato, el resultado final para mí fue muy positivo y cuando lo vi en pantalla lo disfruté mucho, a pesar de que tener cámaras en frente no es lo ideal, a pesar de eso, la conexión que Aitana tuvo con sus hermanos, para mí valió toda la pena, porque empezó a entender: ‘todos somos hijos de mi papá’”, destacó.