Bill y Melinda Gates protagonizan uno de los divorcios más comentados de los últimos meses. La pareja, que ha estado casada por 27 años, confirmó a través de las redes sociales esta semana su separación. Al pensar en una disolución como ésta, en la que no existe un acuerdo prenupcial, queda la duda de la repartición de bienes, en especial de los millones de dólares del fundador de Microsoft y en quién se quedará con qué después de que tomen caminos separados.
La fortuna del empresario está valuada en más de 133 mil millones de dólares, de acuerdo a Forbes. Nada descabellado si se toma en cuenta que Gates ocupa el puesto número cuatro en el ranking de multimillonarios. Melinda, por su parte, tiene una fortuna valuada en 70 mil millones de dólares. Sin embargo, las diferentes fundaciones y negocios de Gates podrían reducir considerablemente la suma que le correspondería a su aún esposa.
Otra de las dudas es qué pasará con la mansión de la pareja ubicada en Seattle. La propiedad, conocida como Xanadu 2.0, está construída a la orilla del lago Washington, está valorada en más 130 millones de dólares y con una extensión de 20 mil metros cuadrados.
En 2019, después de hablar a detalle sobre la casa que, a pesar de ser un misterio para el ojo público, es un verdadero palacio tecnológico, Melinda aseguró que anhelaba el día en el que viviera en un lugar de sólo 140 metros cuadrados, un sueño que podría hacer realidad tras la separación.
Los hijos de Gates, con futuro asegurado
En días recientes trascendió que Bill había transferido acciones de dos de las empresas más grandes de México a su esposa. De esa manera, Melinda habría recibido más de dos mil millones de dólares entre Coca-Cola y Grupo Televisa. Así, también se revela que la pareja disuelve su matrimonio de la manera más pacífica posible.
Mientras se decide quién se quedará con qué, lo que es seguro es que los hijos de la pareja, Jennifer, de 25 años; Rory John, de 21 años; y Phoebe Adele, de 18 años; tienen asegurada una parte de la fortuna para no quedar desamparados a pesar de la disolución del matrimonio. Parte del dinero se destinará a ellos, dividido en 10 millones de dólares por cada uno.