Natalia Jiménez comienza un nuevo capítulo en su vida y regresa más triunfante que nunca con nueva música

Pues, fíjate que he estado como volviendo a lo que escuchaba cuando tenía 15 años. Creo que por la necesidad de querer pasarlo bien he estado escuchando puro grupo español, mucho grupo español. He estado escuchando otra vez de vuelta Platero y tú, Los Suaves, Extremaduro, he estado escuchando a Fito, luego me he puesto a escuchar de nuevo a Los Rodríguez; cosas así... ¿sabes? hace mucho tiempo que no escuchaba y he estado escuchando mucha música de Spa como para encontrar paz interior y luego a la vez me pongo discos de Molotov (risas).

Sí, si no hubiera sido por la música en la pandemia uno se vuelve loco.

Fue gracioso porque esto fue como a principios diciembre que me manda un mensaje Sergio Lizárraga, que todavía no era mi manager; y me manda la canción, y me dice escúchate esto, a ver qué te parece. Y yo la escucho y le digo: ‘Está buenísimo’ y me dice: ¿te gusta? ¿cuándo quieres venir a grabarla? Y yo y me planté en Mazatlán (México) dos semanas después, grabé la canción y después ya él se convirtió en mi manager. Decidimos meter la canción en el disco de “México de mi corazón” con Banda MS y pues nada, siento como muy natural, o sea la verdad que con Sergio y con Banda MS ha sido súper orgánico, supernatural, son todos gente súper sencilla, súper noble y me siento muy identificada con todos ellos. Entonces nos hemos llevado súper bien desde el principio. Desde el año pasado, del disco pasado que grabamos “El color de tus ojos”, nos hemos llevado súper bien. Estoy muy contenta porque es la única canción inédita de Banda que he hecho en mi vida, y estoy súper feliz de poder tenerlo en este disco “México de mi corazón 2”, estoy muy contenta.

Estoy en Miami.

Aunque ha sido una pesadilla para mí y para todos [la pandemia], he encontrado en la pesadilla una bendición. He sentido que gracias a la pandemia he podido mostrarme como soy, decir : “esto es lo que hay”, “vivo así”, “soy así”, “me veo así sin maquillar”, “mi hija y yo nos llevamos así”, “mi vida está así´, “mi cuenta de banco está así”, y me he librado de tonterías y de preocupaciones de otras personas, de preocupaciones adquiridas y estoy muy feliz de quitarme todas las presiones que tenía antes, de pensar que cada vez que me tomó una foto tengo que salir perfecta, porque ella sale perfecta y no… o sea, no; no tengo porqué. Son mis redes, mi vida, mi todo; hago lo que a mí me da la gana, la vivo como yo quiero y eso es lo que ha hecho un poco la pandemia conmigo, me ha devuelto un poco el ser genuina conmigo misma y ser leal a lo que soy. He dicho: “pues a mí lo que me gusta son las motos a mí no me gustan los yates”. “Me gustan las motos y a mí me gusta el rock; a mí me gusta subirme en un kayak en vez de irme a Dubái”, cosas así.

Eso está bien y si no les gusta, que no estén en mi vida. Me he dado cuenta de que lo que realmente vale no lo puedes comprar, lo que realmente vale lo creas tú, lo haces tú con lo que tienes dentro y no por tener más cosas o por ser más cosas te va a hacer más feliz. Tú tienes que hacerte feliz a ti mismo con lo que tienes dentro, y si tienes basura, no importa lo que tengas a tu alrededor, que va a ser basura también, ¿sabes? Y al final, eso es lo que me ha enseñado un poco la pandemia.

Sabes que cuando estamos en la pandemia, pues hemos tenido que estar mucho tiempo solos, algunos de nosotros hemos tenido pasar mucho tiempo solos y tienes que ver si te aguantas a ti mismo, sin todas las cosas que hacías antes o todas las personas que tenías antes, y ahí es cuando te das cuenta qué es lo que puedes reparar y dices: ¿por qué lo sigo haciendo? ¿Por qué me sigo sintiendo así? Y yo he sentido que he florecido, o sea, he florecido con la pandemia, estoy feliz. Digo, todos tenemos días malos, a veces yo me levanto con depre de vez en cuando, pero para eso voy a terapia y ¡ya está! (risas).

La verdad que agradezco mucho a los medios que me han tratado con respeto, la verdad que yo ya estoy bien. Nosotros pasamos este proceso de divorcio hace un año. Yo pedí el divorcio el año pasado… justo este 28 de abril es un año. Entonces, la verdad que ha sido un proceso que hemos llevado en privado, lo más privado que hemos podido hasta que la gente se enteró en enero de este año. Justo se enteraron pues… un par de días antes de que nosotros firmáramos el acuerdo; entonces estuvo bastante bien. Agradezco que hayamos hecho esto durante la pandemia, porque nos hemos evitado todo esa presión mediática que, además ya de tener un divorcio encima, tener la presión de los medios y todo, lo hubiera hecho muchísimo más difícil y estoy contenta porque eso sólo beneficia a mi hija. Es lo que más me importa, que mi hija se haya visto beneficiada en el caso de que no ha sido algo público, aplastante, un circo. Yo nunca he querido eso y yo también he tratado de llevarlo de la manera más elegante posible. Ya he explicado todas mis cosas en las redes, siempre se pueden ir a mis redes a checar qué es lo que dije, porque no lo voy a repetir.

Ya está cerrado desde enero. Cerrado ya del todo.

Estamos súper bien. Tenemos un acuerdo del que no puedo hablar porque es confidencial. Pero bueno, lo que sí pueden saber es que la tenemos al 50 %. Estamos haciendo co-parenting. Yo la tengo una semana, él la tiene una semana. Cuando me voy de viaje, pues él me la puede cuidar. Así que súper bien, estamos súper tranquilos, todo acabó muy bien y pues, así son los procesos de divorcio, al principio siempre es todo como muy dramático y muy difícil.

Hemos llegado a un acuerdo y estamos tranquilos saliendo adelante con todo y todo es positivo. Al final mi hija está bien, mi hija está súper contenta y cada uno está tirando para adelante y rehaciendo nuestras vidas, trabajando que es lo que más me importa y tengo que trabajar mucho porque los divorcios son caros... ya saben que la boda es cara, imagínense el divorcio (risas).

Mira, las vergüenzas son para los que tienen cosas que ocultar. O sea, yo no tengo nada que ocultar. Mi capítulo 13 [el cual requiere que el deudor amortice algunas o todas las deudas de acuerdo a un plan de pago] es una bancarrota en la que yo pago mis deudas, o sea, yo no estoy perdiendo mi casa, ni mis propiedades, ni mi teléfono, ni nada. Yo tengo todo igual. Lo único que estoy haciendo es pagar mis deudas a un ritmo en el que los puedo pagar sin intereses por 5 años. Entonces, no me estoy ahogando en deudas mientras no tengo trabajo.

Este último año ha sido bien difícil para los artistas, sobre todo para los que no somos Maluma y Yankee. Nosotros vivimos de los conciertos. A mí cuando me cancelaron todos los conciertos que tenía el año pasado y me vi en una posición en la que si yo quería seguir pagando mis deudas esa era la única manera de salir adelante. Entonces, hice este plan con mi contable y pedimos un capítulo 13 y ahí lo pueden ver. Lo tengo en mis redes sociales, pero yo estoy súper bien. Estoy trabajando, yo tengo mi dinerito, tengo mis cositas. Nada más tengo que seguir pagando esto por cinco años y me lo estoy tomando con calma. Y así yo puedo estar más tranquila también y dedicarme a lo que me tengo que dedicar que es cantar y hacer conciertos.

Creo que fue cuando me fui a ver a mi hermano a Seattle, me fui a ver a mi hermano que hacía muchos años que no lo veía porque desde que me vine a vivir a Estados Unidos nunca fui a verlo. Nunca fui a ver a mi hermano y eso era como un signo de que las cosas no estaban como tenían que estar. Entonces, cuando cerré todo esto fue como una semana después que dije: vámonos a Seattle y compré boletos con millas y me planté ahí, de sorpresa, sin decirle nada. Le dije: “Adivina ¿dónde estoy?”. Le mandé la foto del aeropuerto. Me fui de sorpresa a verlo y estuvo increíble. La última vez que estuve ahí fue cuando tenía 18 años.

¡Sí, sí! pueden entrar a mis redes y ahí lo ven. Eso no es secreto, lo tengo ahí. Ponemos historias todo el tiempo, ponemos fotos de las cosas que hacemos. Tenemos muchas cosas en común. Y, pues, salimos en moto juntos, salimos en el kayak, salimos por ahí de viaje. Hacemos muchas cosas, tenemos muchas cosas en común. Sí, estamos súper contentos y pues nada, ahí vamos poquito a poquito.

Felizmente cuando ya tienes tantas experiencias a la espalda, tú también miras qué cosas puedes mejorar en ti mismo y qué cosas puedes añadir a tu vida para que tu pareja y tu relación de ahora sean mejor; y que los errores del pasado no te frenen para encontrar el amor... o sea, eso no puede pasar. No puedes pensar que, porque te ha ido mal una vez, te va a seguir yendo mal siempre. Y no ha sido tanto irme mal. Han sido como diferencias. Y al final, pues yo ahora mismo estoy en una relación en la que estoy muy contenta, estoy muy feliz. Lo llevamos día a día. Así lo hemos llevado ya desde hace un ratito y estamos muy contentos. Y aquí es bastante sencillo. Aquí es de darse cariño, quererse, comprenderse. Hablar mucho y disfrutar el día a día. Nunca sabes qué va a pasar mañana.

Pues no sé, no lo sé. En Florida desde luego que no. O sea, no, este estado para casarse es lo peor que existe. No, ¡jamás, nunca!

No, pues nada más miren las leyes. O sea, es terrible. Mejor nos olvidamos de eso. Nada. Yo estoy muy bien. Si me vuelvo a casar, me caso con un ritual hippie en Tulum y así con velas y cocos y traemos unos monos araña que nos traigan los anillos y eso basta.

Planes tengo muchos. Tengo una gira con Banda MS que vamos a empezar en julio y acaba más o menos como en diciembre, así que tenemos un montón de conciertos planeados. Vamos a estar en California, vamos a estar en Texas, vamos a estar en Arizona, vamos a estar en otros estados aquí en Estados Unidos. Estamos apenas cerrando todas las fechas. Vamos a ir juntos en el show, lo cual es increíble. El disco sale en agosto. Estoy haciendo también una serie que se llama “Mariachis”, que vamos a estar rodando en México y tengo algunos proyectos de televisión que estoy esperando a ver si se confirman o no.

Es algo de televisión que no puedo decir nada porque no me dejan. Entonces, mejor esperamos un poquito más.