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Jesús Moré es el gran amor del pasado de Silvia Navarro en la serie de Telemundo ‘La Suerte de Loli’

El actor mexicano que interpretó a Omar Terán en “El Señor de Los Cielos” nos abre las puertas de su hogar en Hollywood por primera vez y conversa acerca del amor, la amistad y la vida, como nunca antes y a corazón abierto


Actualizado Abril 8, 2021 8:38 PM EDT

Jesús Moré, el atractivo actor que interpreta a Salvador Bravo, el amor del pasado de Silvia Navarro en ‘La Suerte de Loli’, ha comenzado una nueva etapa de su vida en la ciudad de Los Ángeles, California. Después de terminar su aclamada interpretación como Omar Terán, presidente de México en la ficción de la afamada serie ‘El Señor de los Cielos’, el histrión se trasladó a la meca del cine para continuar con su formación y abrirse nuevos caminos en la industria.

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Hoy nos recibe en su hogar, en el corazón de Hollywood, para abrir su alma en una charla en la que habla, como nunca antes, acerca de la vida, del amor, de sus ilusiones y de su experiencia durante la pandemia, además de desvelarnos que fue uno de los primeros en padecer la COVID-19 tras llegar a L.A. Todo en exclusiva para nuestros lectores de HOLA! USA.

Aquí puedes ver el detrás de cámara de esta espectacular sesión de fotos:

Jesús Moré es el gran amor del pasado de Silvia Navarro en la serie de Telemundo ‘La Suerte de Loli’
“EN EL AMOR TODO SE VALE”


Jesús, no habíamos vuelto a verte en televisión desde que terminó El Señor de los Cielos y te reencontramos junto a Silvia Navarro en La Suerte de Loli, de nuevo en Telemundo. ¿Cómo has vivido tu vuelta a los sets?

Efectivamente, tras mi papel de Omar Terán me buscaron en México para algunos proyectos parecidos, pero quería volver con algo nuevo. La Suerte de Loli me atrajo mucho porque es una historia muy diferente ligera, fresca, para toda la familia, con un personaje totalmente diferente al del presidente y era una participación especial, ya que me integré más tarde a la historia. También me atrajo mucho compartir créditos con personas que yo siempre he admirado, como Silvia Navarro, la protagonista femenina, me atrevería a decir, más exitosa en México y Latinoamérica, y también una de las más queridas. Compartir créditos con esta gran actriz es un honor para mí. En escena es muy generosa, te da todo, y fuera de cámara es una tipaza. Y cómo no, volver a mi casa que es Telemundo, una cadena que me ha dado grandes oportunidades, con gente como Osvaldo Benavides, Alejandro López, Mariana Seoane, Christian Chávez, Joaquín Ferreira y tanta gente tan talentosa…





¿Qué fue de ti entre tu último proyecto y éste en el que ahora participas?

Llevaba, gracias a Dios, más de cuatro años sin dejar de trabajar, descansaba entre temporada y temporada solamente, entregado a mi personaje de Omar Terán. Así que al finalizar, regresé a Los Ángeles a seguir estudiando en el estudio de Stella Adler, conseguí un nuevo manager para Estados Unidos, y justo cuando comencé a audicionar en inglés, llegó el coronavirus y todo se puso patas arriba… Fue un tiempo difícil, –reconoce pensativo.- Tuve COVID-19, aunque en aquel momento no quise hacerlo público para no contribuir a la desinformación, porque la pandemia apenas comenzaba y además no quería preocupar a mis hermanos en México, ya que estaba solo en L.A. Perdí el olfato y el gusto, pero más allá de eso no tuve fiebre ni nada… Fue una experiencia de la que aprendí mucho. Primero, a valorar la salud; también a no dar por sentadas tantas cosas que no valoramos. Sentir la frustración de que la comida no me supiera a nada, teniendo que estar tantos días encerrado, ni pizza, ni sushi, ni tacos… ¡Todo sabía igual! A cartón, a nada… El saborear las cosas se nos hace lo más simple y fácil cuando es tan valioso y no nos damos cuenta. También el poder abrazar a la gente que quieres, dar un sencillo beso, no poder hacer nada de eso fue un shock, pero te hace valorar de nuevo tantas cosas. A la vez, tuve que reinventarme, la industria del entretenimiento de pronto se fue a pique, se detuvieron las grabaciones…





¿A que te dedicaste entonces?

Pensé ¿qué hago con mi vida ahora?, ¿en qué soy bueno? Siempre me he entendido muy bien con los caballos, he montado mucho desde niño, saltaba en competiciones, así que comencé a ver opciones para trabajar en algo que tuviera que ver con ellos para aprovechar el tiempo y no quedarme sin hacer nada. Afortunadamente, rápido encontré trabajo en una empresa en L.A. que tiene casi cerca de 70 caballos, así que eso me centró mucho, comencé a montar aquí de nuevo, los entrenaba, daba incluso rides privados, lecciones de montar a gente que quería aprender… También aproveché el tiempo libre para estudiar más, planear unos short films para producir con mis amigos que estaban en una situación parecida a la mía... ¡Y a valorar la vida y la familia que sentía tan lejos!





Pero llegó tu nueva serie… ¿Cómo ha sido trabajar junto a la actriz Silvia Navarro?

Fabuloso. Silvia hace muchos chistes fuera de cámara y te hace reír muchísimo. Con ella, lo único seguro es que siempre te estás riendo. Fue muy curioso el reencuentro, porque Silvia y yo compartimos set, justo al empezar yo mi carrera en una novela que se llamaba Cuando Me Enamoro, hace once años, y me dijeron en el primer episodio: “en tu primera escena, tienes que besar a Silvia Navarro”. Y yo cómo, ay güey- recuerda riendo. Silvia Navarro, por aquel entonces ya era Silvia Navarro, una gran figura… -aclara-. Llegué nerviosísimo y fue así de 3,2,1 ¡acción! y la besas. En esa historia también era maloso, le tomaba fotos para desprestigiarla después, y aquí también, en el pasado la dejé plantada en el altar, así que fue cómico, compartir con ella otra vez tanto tiempo después, al verme me dijo: “tú no sales de canijo, once años más tarde me sigues molestando”, siempre en las risas y divertidos durante las grabaciones. Silvia siempre te sorprende en escena, improvisa y te saca cosas de la manga que te exigen más como actor y luego hacen reír mucho, ya lo están viendo en La Suerte de Loli.




“Vengo de una familia tan, tan, unida, mis padres siempre estuvieron juntos y muy presentes, quizá dejaron un ejemplo demasiado alto y me da miedo no poder cumplir con una familia y unos hijos como yo lo viví en mi casa. Siento que no voy a poder tener la estabilidad de ser un esposo presente o un papá presente. Mi carrera me tiene enamorado, con unos objetivos serios y unas metas por cumplir. Quizá por eso tengo un poco abandonada mi vida más personal”.

Tu personaje, Salvador, es un hombre muy libre y con miedo al compromiso. Tú llevas mucho tiempo soltero… ¿Te sientes identificado con él?

En mi vida personal, de alguna manera sí, le tengo respeto al compromiso, quizá miedo también, porque he pasado en mi vida personal por pérdidas muy fuertes, personales, de gente muy allegada a mí que han partido, como mis padres, que murieron muy jóvenes… En el caso de mi personaje, Salvador creció con un padre adicto al juego y ausente, como su mamá, quien se alejó del hogar cuando su hijo era adolescente y formó una segunda familia, por eso siente tanto abandono y tiene miedo al compromiso por sus carencias. Yo, repitiendo un poco mis ausencias o pérdidas tan personales que he tenido, ver a un matrimonio tan, tan bonito y tan unido como el de mis papás, que ya no están, me da miedo el no poder cumplir esas expectativas. También recuerdo el sufrimiento de mi madre en su viudez, cuando murió mi padre, también me da un poquito de miedo pensar que yo algún día perdiera a mi pareja, son cosas que uno arrastra inconscientemente a tu vida personal, pudiera ser… -dice con sinceridad. Crear lazos tan estrechos con alguien, de amor, claro que a veces asusta -recapacita. Después añade-: Mi carrera me tiene totalmente absorbido y los viajes no te ofrecen una estabilidad: de pronto estoy en México, luego en L.A., luego en Miami…





¿Cómo sería la mujer de tus sueños?

Sería alguien que comparta mis pasiones, mis gustos por la vida, por la actuación, un tanto aventurera, con mucho sentido del humor y muy segura de sí misma. Que sea, más que nada, muy, muy, inteligente.

¿Todavía te gustaría formar una familia o ya te va dando pereza?

¿Si me da flojera? -pregunta riendo. - No creo que sería para mí el término correcto… Pero sí, lo veo más lejano en mi vida. ¿Me dan miedo las pérdidas? Sí, es definitivamente algo que tengo que trabajar, pero también creo que mi carrera me tiene absorbido, como te decía antes. No estoy atrapado a vivir en un solo lugar o echar raíces, ya que mis raíces están donde me lleve el trabajo y muchas mujeres eso no lo entienden. Quizá aparezca por ahí alguna compañera de aventuras, pero algo tan formal o estable, quizá no.

Y lo de tener hijos, no lo veo ahorita en mi vida y no sé si lo vea en un futuro… Es un punto de vista muy personal, pero siento que las cosas no están como para traer hijos al mundo si no tienes la certeza absoluta, la vocación al cien por ciento, de ser papá. Tenemos que ser padres responsables a tiempo completo. Pienso que prefiero dejar esa responsabilidad y pasión a la gente que verdaderamente lo desea y tenga la energía y paciencia para crear seres de luz y gente de bien que hagan de este planeta un mundo mejor. Hoy por hoy, yo no siento la energía para hacerlo, pero nunca se sabe, quizá llegue esa persona que me haga cambiar totalmente mi visión, pero, sinceramente, no está en mis objetivos o deseos más cercanos.




En la serie, Salvador le rompió el corazón a Loli en el pasado… ¿Has roto tú algún corazón?

Seguramente… Pero no con la mala intención de querer hacerlo. A veces nuestros actos no son los más adecuados o responsables y, aunque no queramos romper un corazón, inconscientemente sí lo he hecho, una que otra vez y no me siento orgulloso. Luego, esos corazones que tú rompes, también son enseñanzas para ti, saber qué debes o no debes hacer en la vida y, de una u otra manera, a ti también se te rompe el corazón al entender que lastimaste a alguien. Son sensaciones diferentes de corazones rotos, uno por amor y otro por la pena de haber lastimado. Hay que pensar bien la forma en que despedimos a las personas, que en esta vida todo se regresa y a mí también me han roto el corazón por ahí…- confiesa.




“Dejé todo por mis sueños y empecé a estudiar actuación a los 26 años, que ya no era ningún niño o como muchos actores que habían empezado antes”.

Tu personaje, el renegado, es un hombre muy impulsivo. ¿Eres tan impulsivo como él?

No. Yo soy más mesurado a la hora de tomar decisiones, pero en los momentos importantes de mi vida, creo que sí he sido impulsivo. Por ejemplo, al dejar mi trabajo como gerente de marketing en una gran empresa para dedicarme a esto, a pesar y en contra de creencias de mi familia porque nadie estaba en el medio artístico y lo veían como algo malo y desconocido. Dejé todo por mis sueños y empecé a estudiar actuación a los 26 años, que ya no era ningún niño o como muchos actores que habían empezado antes. Creo que ese fue el acto impulsivo más grande que he hecho: dejar toda mi vida atrás y cambiar todo para ser actor.





La relación entre Salvador y Loli recuerda a muchas personas lo que suele conocerse como “el planeta ex”, que gravita alrededor de casi todo ser humano. ¿Le darías una segunda oportunidad a alguien o eres más bien de los que opinan que “segundas oportunidades nunca fueron buenas?”.

Cada persona es distinta, “segundas partes nunca fueron buenas”, ¿quién lo dice? Cada quien habla como le va en la feria, creo yo. Quizá unas veces funcione con una ex, que por ahí quedaron cosas pendientes y entendiste tus errores y retomar la relación evolucionando en las cosas que entonces la regaste… Aunque hay personas que por más que le hagas, ya está tan desgastado el asunto que más bien es terquedad. No creo que haya reglas, en el amor todo se vale y depende mucho del tipo de relación y la persona con la que sea. Eso es lo que pienso del planeta de los ex.





Salvador, el renegado, al igual que hiciste tú, renuncia a todo por seguir su sueño

Yo nunca me quedo en mi zona de confort, si veo que no estoy creciendo como actor o ya di lo que podía dar en un lugar, siempre estoy buscando retos nuevos. Mi sueño es trabajar con lo mejor de lo mejor, productores, directos, actores, todo eso se junta en la meca del cine, en Hollywood. Decidí dejar todo para vivir ahí y tratar de acercarme a ese mundo tan fascinante que para los actores es como la olimpiada para los atletas. Es difícil, es una lucha constante y justo ya me mudo formalmente y comienza la pandemia. Esperemos que todo se reactive y podamos volver a la normalidad para empezar a retomar audiciones. Mientras, sigo estudiando actuación, inglés, y trato de estar en constante preparación para que, si la oportunidad llama a mi puerta, subirme a ella de la mejor manera, subirme a la ola con la mejor tabla…





¿Qué es lo que más te gusta de L.A.?

Me gusta que es una ciudad en la que se concentran todos mis sueños… Que lo mejor del mundo actoral se concentra ahí, me encanta tomar cursos de actuación y tener compañeros de Australia, de Brasil, de Tailandia, que fueron famosos en sus países y que aquí comienzan de cero para crearse un lugar en la industria, eso me parece fascinante. Me encanta el clima, que agarras tu coche y a media hora estás en la playa, o puedes esquiar en las montañas. En cuanto a la gente de California, siento que siempre están centrados en su evolución, en buscar la paz de uno y de los demás, hay de todo como en todos lados, obviamente, pero sí hay un nivel de conciencia muy evolucionado y bonito de la vida.

¿Qué extrañas más de México?

Lo que más extraño de México es mi familia, mis hermanos, mis sobrinos… Estar en el campo, en el rancho, mi caballo, la comida, mis amigos. Mis amigos más fieles de toda la vida, que aunque pasen tres años sin verlos, si agarro el teléfono, sé que van a estar ahí… La comida también la extraño muchísimo y el calor de la gente, la cercanía de la gente…



“Si algo nos enseñó esta pandemia, es que no hay que pensar ni el futuro ni en el pasado y valorar, vivir y disfrutar el presente”.

¿Cómo te ves en el futuro?

Me veo realizando mis sueños, participando en algún proyecto en inglés en Hollywood me encantaría, pero no me cierro a otros mercados y quiero seguirle siendo fiel a mi gente de México y a los latinos, y si la vida me lleva a otros países, España, Argentina, a trabajar, también bienvenido. Me veo ejerciendo, como uno de esos actores afortunados que puede vivir de su profesión para siempre. Ese sería el futuro que me encantaría. Ser un actor que pueda vivir siempre de su pasión y aunque se oiga muy trillado, morir en las tablas. Pero si algo nos enseñó esta pandemia, es que no hay que pensar ni el futuro ni en el pasado y valorar, vivir y disfrutar el presente.




Créditos:

Talento: Jesús Moré @jesusmoreoficial
Fotos/Video: Nunu @nunupictures
Pelo/Maquillaje: Ale Calleros @bymrsdomm
Estilismo: Charlie Choukair @charliechoukair | Manuel Soriano @mano.soriano
Vestuario: SAND @sandcopenhagen