Mario Domm posa por primera vez con su familia y nos confiesa: ‘He cambiado’
El coleccionista de canciones abre, por primera vez y en exclusiva, las puertas de su hogar en California junto a su esposa, Alejandra Calleros, y sus dos encantadores pequeños, Anja y Enya
Mario Domm es indudablemente uno de los músicos más talentosos de México. El genial compositor e intérprete logró con su banda “Camila” dar la vuelta al mundo, ganar infinidad de premios y saber lo que es el éxito profesional desde la cima… Pero este acuario de 44 años confiesa hoy que la pandemia le ha cambiado. Para contárnoslo, el coleccionista de canciones abrió, por primera vez y en exclusiva para HOLA! USA, las puertas de su hogar en California y posó como nunca antes junto a su esposa, Alejandra Calleros, y sus dos encantadores hijos, Anja y Enya.
Aquí puedes ver el detrás de cámara de esta espectacular sesión de fotos:
Mario, tu casa tiene una energía muy especial, ¿qué te conquistó de ella cuando la viste por primera vez?
Yo compré esta casa antes de conocer a mi esposa, Alejandra. Solo sabía una palabra en inglés, thank you. Me vine a Los Ángeles huyendo de los paparazzi, ya no podía vivir en México, pero ahora les agradezco mucho, porque gracias a eso tomé una decisión que nunca jamás habría tomado. Cuando entré en esta casa por primera vez, me pasó algo muy curioso: vi una sombra en el pasillo, vi cómo la sombra de un niño cruzaba de un cuarto a otro… No había acabado de ver la casa, ni siquiera había visto el estudio, pero cuando vi aquello le dije a la persona que me estaba mostrando el lugar: “esta es mi casa. Vamos a comprarla”. “Tienes que hacer una oferta”, me dijo. “Pues hagámosla”. “Pero no la acabaste de ver”, me replicó. “No importa. Esta es mi casa”.
“Cuando hago canciones, siento que son canciones que ya se escribieron, por mí o por alguien más, y solo las voy recordando de nuevo, las voy escribiendo, pero en algún lugar ya existen”
Digamos que viste un fantasma… A otros, ese pequeño detalle no les habría precisamente convencido…
No sentí que era un fantasma, era más bien una premonición, sentí bonito... Años después, vi cruzar a mi hijo, Anja, exactamente por el mismo lugar, del baño a ahí, y dije: ¡wow! eso fue exactamente lo que vi… ¡hasta le tomé una foto! Así me pasa a veces en la vida… Cuando hago canciones, siento que son canciones que ya se escribieron, por mí o por alguien más, y solo las voy recordando de nuevo, las voy escribiendo, pero en algún lugar ya existen. Siento que me pasan ese tipo de cosas premonitorias y las acepto. Esta casa es una bendición porque es un santuario para mí, con una vista preciosa desde la terraza. Cuando llegué aquí, sentí claramente que la vida me estaba regalando una oportunidad para inspirarme de verdad, para descansar un poco, me conecté con este lugar inmediatamente.
“Quiero vivir esta época en paz, porque por alguna razón esto llegó y yo quiero pasar la lección para que no se repita”
¿Y cómo decidiste finalmente instalarte aquí como primera residencia?
Lo decidí en Madrid. Estaba en el aeropuerto, tumbado en el piso, puse mi guitarra en el suelo, algo que nunca hago, y me tapé con la caja de mi guitarra, porque estaba helado de frío. Pensé agotado: tengo una casa increíble en Los Ángeles, tengo una casa en Acapulco… Y estoy tirado en el suelo de un aeropuerto. Ahí me dije: ya acabé, terminamos, terminé la gira y me mude para acá.
Con una enorme gira vendida y en el segundo show, llega la pandemia y te ves obligado a encerrarte en casa por primera vez en años, ¿cómo lo has vivido?
Siento como si los últimos veinte años de mi vida me hubieran estado preparando para estos dos. Casi siempre estuve ausente, no fui a bodas, no fui a bautizos, no fui a fiestas, estuve poco tiempo con mis amigos, siempre viví enfocado y este frenón me obligó a detenerme. Al principio, mi inercia fue al contrario, empezar a componer más, pero los últimos meses he decidido parar para hacer caso y vivir feliz lo que siento que es el último tirón de esta pandemia. Quiero vivirlo en paz, porque por alguna razón esto llegó y yo quiero pasar la lección para que no se repita.
“La pandemia nos igualó a todos, frente a una enfermedad, todos somos iguales”
La pandemia, ¿te ha hecho mejor artista?
Me ha hecho mejor ser humano, me ha hecho mejor persona.
¿En qué sentido?
El haber perdido los privilegios de la fama por unos meses, me ha sentado muy bien, me ha aterrizado. Es algo por lo que estoy agradecido.
¿Qué más has aprendido últimamente?
Mucha tolerancia con los demás. No estaba acostumbrado a convivir tanto, yo cambiaba de aire cada tres días y tenía muchos privilegios y los privilegios que tenía como artista, se desvanecieron de la noche a la mañana. Como te decía antes, eso me gustó. Además, la pandemia nos igualó a todos, frente a una enfermedad, todos somos iguales.
“Te amo son palabras que aquí repetimos mucho y de repente uno se acerca y me dice: ‘papá, te amo’, y me encanta. Cuando su mamá y yo les besamos, saben demostrarnos el cariño de regreso”
Te sentiste como un hombre más normal, ¿correcto?
Toda la vida, la fama, me ha hecho sentir incómodo y este reajuste me gusta, porque de pronto me he sentido como una persona común y corriente, con un trabajo divino, voy y canto, pero se terminó y soy un tipo cualquiera.
¿Qué ha sido lo más difícil para ti durante esta época sin precedentes?
Me ha costado mucho trabajo estar tan activo y de pronto, ser pasivo; todo lo contrario a mi personalidad. Tengo que reconocer que ser un papá presente al cien por cien es cansado. A la vez, mis hijos están en su mejor momento, Alejandra está divina… Me siento como si nos hubieran regalado una oportunidad a los cuatro para reforzar nuestros lazos como familia. Antes de la cuarentena, venía trabajando con mucha inercia, simplemente porque era lo que tocaba hacer… Sin duda, toda esta experiencia me va a ayudar mucho a la hora de preguntarme en el futuro a dónde estoy yendo y por qué, voy a priorizar mucho mejor a partir de ahora, mis viajes, mis compromisos... Estoy en un momento donde respeto mis tiempos, me he puesto límites y la verdad, tengo mucho miedo de no querer viajar próximamente por el hecho de perderme a mi familia, perderme un instante de mis hijos… Ahora me va a doler mucho más que antes. También me siento agradecido porque la pandemia me agarró en un buen momento, en un lugar bonito, con una mujer hermosa y con dos hijos fantásticos. Como artista, siento que todo esto me va a ayudar mucho también para la nueva etapa profesional que viene con Camila, que viene muy fuerte.
“Soy un papá presente y soy un papá estricto. Yo creo mucho en los detalles y en la excelencia, así que creo que mis hijos tienen que ser personas detallistas. Son dos tipos sensibles y estoy trabajando para que el arte siempre esté alrededor de ellos para alimentarles el alma”
24 horas con los niños en casa es sin duda un reto… ¿Qué aprendiste de ellos?
Que solo piensan en jugar y que cuando pierdo la paciencia, ellos solo están jugando y se están divirtiendo. Definitivamente, he aprendido a tener más paciencia.
¿Qué es lo más importante que quieres que tus hijos aprendan de ti?
El amor. “Te amo” son palabras que aquí repetimos mucho y de repente uno se acerca y me dice: ‘papá, te amo’, y me encanta. Cuando su mamá y yo les besamos, saben demostrarnos el cariño de regreso.
¿A quien se parecen más Anja y Enya?
A los dos, son la combinación perfecta de ambos. Creo que el pequeño, Enya, se parece un poco más a su mamá y Anja a mí. Es muy musical, le encanta la batería. Al pequeño, le encanta construir. Son dos personitas muy creativas, como sus papás. Son artistas desde el día uno.
¿Con qué valores les estás educando?
Soy un papá presente y soy un papá estricto. Yo creo mucho en los detalles y en la excelencia, así que creo que mis hijos tienen que ser personas detallistas. Son dos tipos sensibles y estoy trabajando para que el arte siempre esté alrededor de ellos para alimentarles el alma. Siempre he querido inculcarle la música a mis hijos, no tuve vicios al crecer porque nunca estuve de ocioso, gracias a la música. Me gustaría que con el tiempo sigan siendo divertidos y voy a apoyarles en lo que quieran hacer como profesionales. Mi deber es siempre estar ahí atrás. Sí, quiero que mis hijos sean un ejemplo, entonces yo estoy tratando de ser un ejemplo para ellos.
“Alejandra y yo estamos en un muy buen momento, la estamos pasando bien, nos estamos divirtiendo, los niños ya empiezan a depender un poquito menos de nosotros y eso nos ha dado un poco más de espacio…”
¿Te atreverías a hacernos un balance de tu matrimonio con Alejandra?
No va mal porque, de momento, es la relación más larga de toda mi vida. Entiendo que la cuarentena ha venido a cuestionarnos millones de cosas a todos. Frente a tanto cuestionamiento, nos ha sacado cosas buenas y nos ha sacado cosas malas. Sin duda alguna, Alejandra y yo nos conocemos más ahorita, mucho más. El balance está siempre sobre nuestros hijos, para nosotros no hay nada más importante que ellos. Incluso mi carrera la puedo dejar mañana si es necesario, todo porque mis hijos sean felices. Alejandra y yo estamos en un muy buen momento, la estamos pasando bien, nos estamos divirtiendo, los niños ya empiezan a depender un poquito menos de nosotros y eso nos ha dado un poco más de espacio... Bueno, todavía no tanto. Somos una pareja que entiende las equivocaciones del otro, que estamos aprendiendo de nuestros propios errores, que nos perdonamos y que aún con eso, nos seguimos admirando. Me casé con una persona madura, sensible a la música, sensible al arte, gran mamá, que es una persona positiva y súper sonriente.
¿Has cultivado algún nuevo hobby durante estos meses, ahora que tuviste tiempo para otras cosas, además de la música?
Me volví buenazo para esquiar… No esquiaba desde chiquito y ahora sí, me volví doble diamante. También comencé a hacer kite surf, ya salí a mar abierto, estoy feliz y activo en ese sentido. Como artista, la cuarentena quizá me ha dado más perspectiva. He tenido tiempo para escuchar despacio lo que hice en el pasado y muchas cosas me gustaron, pero por primera vez hubo muchas cosas que no me gustaron. Hay cosas que no voy a volver a hacer, hay cosas que no voy a repetir, quiero sonar diferente, quiero decir las cosas de una manera diferente, aunque también quiero volver a lo más simple otra vez. Sé que la música va para un lado, pero no soy alguien a quien le guste seguir tendencias y sonar a lo mismo, entonces, aprovechando los dotes que tengo como compositor y como cantante, que sean buenos o son malos, son únicos porque son solo míos y siento que estoy en el mejor momento de explotar al máximo mi pequeña voz, mi unicidad y la de mis compañeros para hacer el mejor equipo.
¿Qué es lo que más extrañaste durante todos estos meses?
El contacto con la gente, con mis fans, el sentir de la música a todo volumen sobre el escenario, en un lugar grande; ver la cara de las personas cuando sienten el impacto sonoro por primera vez en el pecho al sonar la primera nota, cuando se siente el “toc” primero de la batería, eso me gusta muchísimo. Eso lo extraño mucho.
¿Qué te inspira hoy en día?
Siento que he vagado entre momentos de energía altos y bajos durante la cuarentena, es como si hubiéramos entrado en un loop, primero vas para arriba y luego para abajo. Creo que el universo nos está entrenando para algo y en los momentos de bajón creo que nos está enseñando algo que vamos a utilizar en el futuro, así que estoy tomando la lección tal cual: los momentos de bajón, me los bajoneo y me los disfruto abajo. A veces, me deprimo, pero después me despierto al día siguiente y hago tres canciones en un día. Me conozco ya de mucho tiempo, mi oficio es muy caprichoso… La composición es muy extraña, puedes estar un año sin hacer una canción y en dos meses hacer diez, entonces ya aprendí a no desesperarme, a gozar a mi familia, a acumular experiencias, a acumular las ganas de decir algo importante otra vez, y ponerlo en canciones y largarme de gira… Se habla de que el año próximo vamos a hacer una gira muy grande.
Alejandra Calleros adora a su esposo y a sus hijos. Artista de corazón, le encanta la música y el arte, ha trabajado como bailarina profesional, como maquilladora, como actriz de teatro. Es una esponja que disfruta como nadie la vida al lado del gran espíritu artístico que brota constantemente de Mario y una mujer que dejó todo a un lado para seguirle y convertirse en la mejor mamá para sus pequeños.
Al pedirle que nos defina con sus propias palabras quién es Mario Domm, nos dijo: “Mario es el alma libre que todos quisiéramos ser, el que todo lo manifiesta y por convicción, no solo por su dedicación y su trabajo incansable. Es muy apasionado y vive siempre en constante búsqueda de la espiritualidad. Tiene una energía infinita. No pone atención a los aniversarios o las fechas importantes; pero, sin embargo se acuerda del olor de tu perfume, no olvida tu comida favorita y puede llegar sin más con rosas y serenata un lunes por la noche”.
Y esto es lo que más admira de él: “Lo primero para Mario es ser papá; no existe nada más importante para él que el atender, cuidar y ver por el bienestar de sus hijos”.
Muchas felicidades por esta hermosa familia que han forjado entre ambos y… ¡Ya estamos con demasiadas ganas de escuchar lo nuevo de Camila!
Créditos Fotografía: Nunu @nunupictures Estilista: Salvador Salcedo @salsalhair Maquillaje: Ale Calleros @bymrsdomm Video: @nunupictures Music: Lose My Mind Musician: ASHUTOSH