Thalía tuvo una semana llena de nostalgia y viajes al pasado en los que recordó los momentos más importantes de su carrera como solista. A principios de los noventas, el mundo de la música empezaba a conocerla a la par que su carrera como actriz daba un gran salto que con el tiempo la posicionaría en una de las favoritas en el mundo entero hasta el presente. Sin embargo, en aquel entonces, Thalía se enfrentó a la irreparable pérdida de su entonces novio, Alfredo Díaz Ordaz, quien falleció en 1992 a causa de hepatitis.
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Con el corazón roto, la entonces protagonista de Marimar, unió todos sus sentimientos para seguir adelante, y en días pasados recordó cómo fue que ese corazón roto la ayudó a escribir uno de sus temas más lindos y llenos de emoción.
En 1992, Thalía lanzó su tercer álbum de estudio, Love. El primer sencillo de aquel material fue Sangre, una canción dedicada a Alfredo Díaz Ordaz, quien además de ser su pareja era su representante.
Thalía y Alfredo llevaban una relación de cuatro años cuando la tragedia llegó. Incluso se rumoraba que la pareja estaba lista para pasar por el altar; sin embargo, los planes quedaron en el tintero.
“Todo este concepto salió en una tarde lluviosa, cuando compuse #SANGRE. Mientras lloraba en mi recámara, acomodando las palabras de mi corazón roto, con la melodía de la canción, imaginaba que nunca más quería volver a llorar así por amor”, escribió hace unos días Thalía al recordar cómo surgió la idea visual de su tercer disco de estudio.
“Esa misma noche hice un boceto de un corazón rojo coronado en diamantes y prometí que yo reinaría sobre mis emociones. Es increíble como estas canciones y estas imágenes siguen inspirando a tantas generaciones. Sin duda esta es una de mis baladas favoritas, ¿cuál es la tuya?”, agregó sobre la icónica corona de diamantes que la acompañaba en la sesión de fotos del disco.
En su viaje al pasado, la cantante también recordó la emoción de sus inicios como solista. “Hace más de 30 años con un disco bajo el brazo sembré un camino de ilusiones y sueños fantásticos. ¡Pero qué viaje ha sido este! Yo de chica, con mi mechón dorado, soñando en grande, con estrellas en los ojos, buscando amor y aprobación a través de mi música y utilizando mi voz para sanar mi alma”, recordó junto a una foto de hace tres décadas y hoy muy contenta por tener los inicios de carrera musical disponible en plataformas digitales como iTunes.
20 años después, Thalía y Tommy forman una de las familias más sólidas del medio junto a sus hijos Sabrina y Matthew. Y de aquel dolor queda un amor eterno y el aprendizaje que la llevó a seguir luchando por sus sueños y jamás dejar de creer en el amor.
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