Adamari López y Toni Costa, una relación a prueba de todo

Adamari: Si me pongo a pensar en nuestro proceso de relación y pienso en ella, no puedo dejar de visualizar ese tango, ese baile que hicimos Toni y yo cuando nos conocimos en la competencia de baile y que fue como el primer flechazo o el inicio de lo que fue nuestra relación sin siquiera darnos cuenta. Después de eso, han venido muchos momentos hermosos de relación de complicidad, de alegría y de momentos difíciles en donde hemos compartido hasta que culminó con la llegada de nuestra princesa, que nos dimos cuenta que estábamos embarazados y que íbamos a ser papás.

Adamari: Pienso que a veces mucha gente comenta sobre nuestra vida sin siquiera saber o conocernos. Uno nunca se acostumbra a que la gente comente cuando no tienen ni idea de lo que pasa entre nosotros. En estos últimos días se había comentado, quizás porque no nos vieron juntos en alguna actividad, que teníamos alguna crisis en pareja. Nada más lejos de la realidad, por lo menos en esta ocasión porque pasaban otras cosas. A mí me cuesta contestar y no soy de las que da pie a seguir con comentarios. Nosotros tenemos nuestra vida, nuestra realidad. Nosotros sabemos nuestros buenos momentos y nuestros malos momentos y muchas veces no tienen nada que ver con lo que la gente comenta en la prensa. Lo que sí se es que yo, ante comentarios así, no comento. A Toni, le cuesta quedarse callado.

A: Nos gusta celebrar siempre. Muchas veces Toni llega a la casa con flores, con un detalle, me sorprende con un viaje que no tiene nada que ver con nada que esté pasando. No tiene que ser una celebración solo por cumpleaños, por el Día de la Madres o el Día del Amor y la Amistad. Muchas veces me ha sorprendido en el trabajo al visitarme con un ramo de flores. Hay cosas que se inventa él y que me encanta porque él tiene esa manera más creativa de hacerlo. A lo mejor yo soy más puntual de celebrar ciertos eventos, pero él celebra todo.

A: Cada momento ha tenido su etapa. Al principio era el momento de nosotros dos, de nuestra vida juntos con el deseo de querer ser padres pero no se presentaba, y Alaïa vino a poner un punto y a parte en la relación, a solidificar más lo que había. A Toni le dio una visión más grande, pienso yo, de más responsabilidad, de más entrega. Antes, nos divertíamos y no había una gran responsabilidad de nada, si estábamos solos o nos quedábamos juntos o no, no afectaba en más porque no había otra persona, pero al llegar Alaïa, es el complemento del amor que nos tenemos y la responsabilidad que eso trae.

T: ¡Ya era hora! Me siento como el eterno comprometido (Risas). A ver, simbólicamente hemos hecho eso con las fotos pero la ilusión siempre está ahí adentro y ahora con Alaïa que nos puede llevar los anillos, imagínate. Sí teníamos una fecha [para la boda] pero la pandemia frenó todo como a todo el mundo, pero estoy seguro que esa fecha nueva va a llegar, esa celebración, todo el mundo lo va a saber y ya dejarán de preguntar porque siempre preguntan. A su vez, pensamos que es no es algo obligado o necesario, sino ya lo hubiéramos hecho porque así como estamos, estamos bien y cualquier día nos podemos levantar y hacerlo.

A: Esto es una decisión de nosotros dos. Creo que si nos hubiésemos dejado llevar por la presión mediática hace rato estaríamos casados. Nuestra vida no depende de lo que comente la gente afuera ni de lo que quiera la prensa para nosotros, nuestra vida depende de lo que nosotros queramos para nosotros como familia, de lo que hablemos y de lo que pensamos que es correcto. Estamos comprometidos con trabajar la relación día a día, respetarnos, amarnos y tener detalles del uno para el otro, así que eso se dará en el momento que tenga que darse. Ya lo teníamos empezado y bastante adelantado en la planificación, la pandemia vino a ponerle un freno, ya volverá a haber otra oportunidad después que se acabe esta pandemia, para darle forma o en algún momento levantarnos como dice Toni y decir: “vámonos para la corte” ¡y ya está!

T: Definitivamente nos ha fortalecido, porque hemos hecho muchas más cosas. He tenido un proyecto o varios proyectos en el que ella ha estado involucrada y eso antes no lo hacíamos por ejemplo. Había tantos viajes antes de trabajo casi cada fin de semana y eso se frenó, lo cual ayudó a que también esos fines de semana se pasaran en pareja, en familia, con Alaïa, viajando, cualquier cosa. Hemos pasado una buena pandemia, en nuestro caso.

T: De momento aquí [Miami] estamos bien. La vida da muchas vueltas… pero también queremos que Alaïa tenga una trayectoria aquí en cuanto a su rutina, sus amigos, la escuela, la carrera que pueda desempeñar. A veces los cambios son buenos pero de momento no lo visualizamos, pero tampoco tenemos esa puerta cerrada porque nunca se sabe.

A: Pienso que el tiempo ha pasado demasiado rápido viendo a Alaïa crecer, en marzo cumple ya seis años. La hemos visto crecer y desarrollarse, como ella tiene sus propios gustos tiene su propia manera de pensar. Yo la veo y se me cae la baba, no doy crédito de que sea mi hija, que le gusten tantas cosas, que sea una niña buena. La hemos criado y la hemos ido educando para eso, pero ella a veces nos sorprende siendo una mejor versión de lo que nosotros vemos para ella.

A: Cuando me pongo furiosa, Toni siempre me dice: “Tienes todo para ser feliz, olvídate de estas pequeñas cosas y disfruta”, porque para él, nunca pasa nada. A veces me ofusco y quiero que todo esté perfecto, soy obsesiva con la limpieza… entonces Toni me dice: “Olvídate de eso que tenemos todo para ser felices”, me hace recordar que la vida es más ligera y pasajera y que eso que lo enamoró a él y ser feliz es más importante que un día de la sacada de basura, aunque se lo sigo recordando. (Risas)

T: A mis amigos fácilmente, porque ella es la mujer a la que amo, la mamá de mi hija que me ha dado una estabilidad, me ha dado una madurez, me ha dado un sentido a tener en mi camino y a seguir luchando por estar con ella y tratar de ser el mejor hombre para ella y el mejor papá.