Del tenis, a las telenovelas y de ahí… ¡a las puertas de Hollywood! Este es el sorprendente camino de Sarah Barlondo, quien participó en la película de Wonder Woman 1984, y compartió créditos con Gal Gadot , Pedro Pascal y Chris Pine , entre otros. Su paso por el mundo de la actuación no ha sido fácil, pues la actriz de origen francés se ha enfrentado a los desafíos más grandes que han marcado su vida, como el accidente que sufrió hace años que le dejó una secuela en la mano derecha.
Dispuesta a vivir sin ataduras y a no esconder más la afectación que le dejó ese incidente, Sarah abrió su corazón a HOLA! USA reveló cómo fue que se decidió a hablar de ese tema tan personal, además de contarnos como un buen día la suerte llegó a su puerta con Wonder Woman 1984.
La carrera de Sarah en la actuación fue una mera coincidencia, pues ella empezó como tenista profesional. Siendo adolescente, dejó su natal Francia para establecerse en Florida, Estados Unidos. Debido a los torneos, viajaba constantemente a México, donde por azares del destino le ofrecieron estudiar en el CEA (Centro de Educación Artística) de Televisa. Sarah entró al instituto con la condición de que mejorara su español. “No tenía ni idea (de las telenovelas) Yo no sabía que era Televisa, en Francia no tenemos esa cultura de las telenovelas. Me compartieron videos y telenovelas para darme una idea. Me hablaban de Thalía y Yuri, no sabía quienes eran estas personas... Así que al no tener esa presión, creo que por eso no me dio miedo entrar en esta industria, porque no conocía el peso de lo que era”.
Curiosa del mundo de los melodramas, Sarah vio Teresa, en la versión que realizó Salma Hayek en 1989 y ¡quedó fascinada! “Me dio por conocer su antes y después en su crecimiento como actriz, como persona físicamente es increíble. Me encantó la historia es como de mucho drama”.
El momento que cambió su vida
En unas vacaciones, Sarah aprovechó para visitar a sus seres queridos en Francia. Recordó que en ese entonces, ella tenía 19 años y todo en su vida parecía ir de maravilla, pero sucedió lo impensable. “Soy del sur de Francia. Me voy una semana y al día siguiente de mi llegada tengo ese accidente de coche. Mi papá estaba manejando en la autopista. Mi papa se durmió manejando. Veinte horas después, me desperté luego de estar en coma. No me acuerdo de nada de lo que pasó en el accidente”.
“Todavía tengo escalofríos cuando lo cuento... Fue el peor día de mi vida, todo se cayó”, compartió. “Yo no sentía nada porque estaba muy sedada, no sabía nada... fueron a hablar conmigo y lo primero que me dijeron fue ‘vas a tener que ser fuerte para poder salvar tu mano derecha’... Parecía como una película. Fue una crisis como nunca la he tenido, tuve una fractura emocional, me quedé rota”.
Barlondo estuvo en rehabilitación física por tres años, en los cuales aprendió de la resiliencia y reveló que gracias a su pasado como deportista salió adelante. “Tenía una vida muy sana, no tomaba alcohol, no fumaba. Psicológicamente tenía esa disciplina del deporte y me propuse a salir de esto. Siento que maduré mucho, de los 19 años de pronto pasé a los 40 en un solo día”.
De regreso a la actuación
Recuperada y con una prótesis, Sarah regresó al CEA, se graduó e hizo varias telenovelas como Ni contigo ni sin ti y Esperanza del corazón. Tras el éxito, decidió poner en pausa su carrera actoral y se fue a estudiar la universidad. En Nueva York estudió arquitectura en Parsons, y en Londres se preparó en la Architectural Association y Central Saint Martins. Su plan era seguir con un doctorado, pero de nuevo volvió a ella la inquietud de la actuación.
Empezó a hacer castings y su representante le habló de uno en específico. “Hay una audición, no sabemos de qué es, solo sabemos que es de Warner, encajas súper bien en el perfil”, recordó que le dijo su representante. Sin mucho tiempo para prepararse, con trabajo en la universidad y un corazón roto, Sarah se entregó por completo y se quedó con el papel. Fue hasta que estuvo en la prueba de vestuario que supo que formaría parte de Wonder Woman 1984 en el papel de la madre de Max, Maxwell Lord (Pedro Pascal).
Para ella fue un gran logro, pues su discapacidad le había cerrado muchas puertas, además de vivir cierta discriminación. “A los 23 o 24 años eso me afectó mucho. Por eso evité hablarlo, pero para mí era una carga... Pasé 14 años en silencio, y no me sentía auténtica. Me estresaba más en un casting por mi problema con la mano, que por la escena en sí”. Barlondo fue directa y le comentó a la directora de la película, Patty Jenkins, lo de su mano. “Lo hice más por sentirme auténtica y relajada... Me dijo, ‘Estás aquí porque lo mereces, estás aquí porque te queremos tener aquí y vamos a coordinar con la gente de coordinación física no hay ningún problema”.
¿Y cómo fue trabajar con Gal Gadot? “De pronto, te volteas y ves a Gal Gadot en maquillaje a las 4am y ¡es guapísima!”. La actriz también tuvo la oportunidad de convivir en el set con Chris Pine... Sí, así como lo lees. “Lo vi dando vueltas muy normal, no había ningún tratamiento especial para él, hacíamos todos el mismo trabajo. Gal, Chris y Pascal tienen un carisma impresionante, irradian mucha luz. Fue una energía tan sana, son muy tranquilos, no me hicieron sentir menos. Era un gran equipo”.
Para Sarah haber participado en Wonder Woman 1984 fue muy especial, pues es su película favorita de superhéroes. “Ver tu nombre en los créditos es un sueño... Me impacta mucho verme junto a ellos en los créditos y ver que me dan ese reconocimiento profesional”.
Rompiendo esquemas
Dentro del mundo del entretenimiento, Sarah Barlondo aseguró que aún hay mucho que hacer para darle visibilidad a las personas con capacidades diferentes. “Está mejorando el tema de la orientación sexual y la igualdad racial, pero en discapacidad física, hay mucho que hacer... No siempre nos deben de poner en personajes como las víctimas, también podemos ser los protagonistas o los héroes de la película”.
Tras hacer más pública su realidad, la actriz asegura que es una forma de contribuir al mundo para darle voz a las personas con capacidades diferentes, además de ayudar a otros. “A veces solo tienes que compartir tu historia para cambiarle el mundo a alguien que esté pasando por algo similar”, indicó. “Quiero mostrar, especialmente en esta industria donde hay muchos estereotipos de belleza, que eso tiene que cambiar, hay que normalizar las discapacidades”.