Hace ya más de dos décadas, Luis Miguel fue el propietario de una distinguida casa en el puerto de Acapulco, en México, en donde se llevaban a cabo fiestas, reuniones y varios capítulos de su vida personal que hicieron de esta mansión un verdadero ícono del lugar. Sin embargo, de aquella famosa casa sólo quedan los recuerdos, tal como lo pudieron comprobar un grupo de jóvenes que entraron al lugar para encontrarlo abandonado, sin rastros de aquellas fiestas que marcaron la década de los 90.
En aquellos tiempos, el lugar era considerado un atractivo turístico y decenas de personas paseaban en lanchas o yates frente a la casa esperando ver, aunque fuera de lejos, a El Sol, para saludarlo. Situada en una de las zonas más exclusivas del puerto, la mansión tiene 36 mil metros cuadrados, en donde el cantante disfrutaba del sol, la arena, el mar y las fiestas en la época en la que su fama alcanzó el punto más alto.
Sin embargo, de aquellos tiempos ya no queda nada. El usuario de Tik Tok @hugo_gzbn y sus amigos entraron a la casa y publicaron en la red social cómo es que luce hoy dicha propiedad. Entre polvo, basura y vidrios rotos, en la casa aún destaca la alberca privada y un estanque artificial. Los chicos quedaron asombrados por el tamaño del lugar y los lujos que aún se aprecian a pesar del paso del tiempo, como la decoración de los salones o las escaleras de mármol.
Debido al abandono de la casa, se encontraron con un murciélago y alfombras deterioradas. Pero ello no impidió que disfrutaran de la hermosa vista al mar que ofrece la casa. Además, pudieron ver que había un lugar en el que Luis Miguel pudo tener una cancha de tenis para su diversión bajo el sol.
¿Qué pasó con la casa?
El cantante fue el propietario de este increíble mansión, pero luego de adquirir algunas propiedades en California, la abandonó por completo. Decidido a no regresar a la que fuera su casa de descanso y fiestas, Luis Miguel decidió venderla.
En 2013 la vendió a la inmobiliaria de su gran amigo, Jaime Camil. Se estima que el actor la adquirió por más de cinco millones de dólares. A la fecha, la casa está abandonada, pero aún se puede observar la idea que el cantante y un grupo de arquitectos tuvieron para hacer realidad la entonces casa de sus sueños.