Lili Estefan tiene un espíritu tan festivo que contagia a todo aquel que se le acerque. Y es esa cualidad de su personalidad que la hace diferente a otras mamás. Mientras hay jóvenes que prefieren dividir su tiempo de fiesta con los amigos de sus ratos familiares, para Lorenzo, el primogénito de la presentadora, el caso es distinto. Y es que Lili se unió a una fiesta en un yate en la que su hijo estaba disfrutando del mar de Miami, la música y el sol junto a un selecto grupo de amigos.
“Hoy hice una de esas locuras divertidas para sorprender a mi hijo, a quien le había prometido que iba a pasar la tarde con él, y por culpa del tráfico no llegué”, explicó Lili sobre la decisión de abordar un yate.
Es así como la presentadora de El Gordo y la Flaca , sin avisar a su hijo, de pronto se encontraba en un bote rumbo a la ubicación sobre el agua en donde estaba su hijo. Lorenzo, al verla, se emocionó demasiado y esperó entre gritos y aplausos a que su mamá llegara junto a él.
“Entonces el se fue pero yo LO ALCANCÉ”, dijo orgullosa Lili de la hazaña que realizó. “No contabas con mi astucia, Lorenzito”, agregó contenta y agradeció a su amigo Armando por este gran favor con que el que pudo llegar junto a su hijo para pasar el fin de semana juntos.
Tantas ‘Locuras’ por ver felices a sus hijos
Lili Estefan se vuelve más ocurrente cuando quiere sorprender a Lorenzo o Lina, sus hijos. Además de su ‘locura’ en el yate, la amiga de Raúl de Molina se llevó la medalla a mamá divertida cuando organizó una fiesta virtual para celebrar los 21 años de su hijo, quien se encontraba del otro lado del país en la universidad.
Con un recorte del tamaño de Lorenzo y aún con su disfraz de Karol G por Halloween, la feliz mamá convocó en su casa una caravana de amigos y familiares de Lorenzo para desearle un feliz cumpleaños, uno muy importante, pues es la mayoría de edad en USA.
Aunque Lorenzo no pudo estar presente en su fiesta, se conectó por videollamada para recibir felicitaciones y ser testigo del gran amor de su madre, quien no tiene límites ni fronteras con tal de disfrutar con sus hijos. ¡Cuánta alegría!