Jaime Camil usó sus redes sociales para dedicar unas emotivas palabras a su padre, el empresario Jaime Camil Garza, quien falleció el pasado domingo 6 de diciembre . El actor recordó a su padre como el mejor, además de destacar su calidez, lo buen amigo que era, así como su carácter siempre optimista. En su cuenta de Instagram, el actor, compartió un extenso texto que conmovió los corazones de sus seguidores y amigos del medio del espectáculo.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
“Mi papá era un titán, la vida siempre le quedó chiquita, todas sus experiencias las vivía al absoluto máximo y a mil revoluciones por minuto. Un 5% de sus vivencias podrían equivaler a docenas de ciclos de vida”, se lee al inicio del mensaje. “Dejaba una huella indeleble a quien lo conocía, nadie se olvidaba de él e inmediatamente lograba que esa persona lo amara inexplicablemente. Le permitía a quien fuera (bueno, siempre y cuando le cayeras bien) a entrar en su corazón y sentir con la confianza de llamarle ‘tío’, vamos, te ordenaba que le dijeras ‘tío’ y, mientras más te incomodara hacerlo ¡MEJOR!”.
“¡Su generosidad no tenía limites! Si alguien necesitaba algo, fuera alguien cercano o hasta un cierto desconocido, sabía que podía contar con Jaime Camil Garza. ¡Y bueno, aunque no lo supiera! Recibía una llamada de la nada y escuchaba a mi papá diciendo: ‘¿qué quieres? ¿qué necesitas? Quieres que te un ponga un avión, un médico’ o mejor aún: ‘¡ya tengo listo todo!’”.
“Nuestra infancia fue infinitamente privilegiada, no en cosas materiales, o sea sí, pues, sería absurdo negarlo, pero más que nada en las vivencias que nos permitió tener, ¡qué bárbaro! Qué afortunados fuimos Kali, Erica, Melissa, Alexia, Jorge y yo de haberlo tenido como padre”.
“Sabía ser amigo de verdad y siempre le buscaba el lado simpático a la vida y a las situaciones, era ¡un bromista empedernido! Bromas buenas y pesadas, o entendías su humor o no, no había medias tintas y si no te gustaba su humor, le importaba medio pepino. ¡Qué manera de vivir la vida, qué envidia de la manera en la que vivió su vida! Un cab** hecho y derecho, con una personalidad de titanio e imparable y una galanura incomparable, ¡qué guapo, carajo!”.
“Ojalá tuviera yo un pequeño porcentaje de su ‘debonair’ y su ‘joie de vivre’. He recibido mensajes y muestras de cariño de cientos y cientos de personas, pues claro, perdí a mi pá, pero la lluvia de mensajes, más que por el cariño y la solidaridad de toda la gente, son porque ¡qué bárbaro! Cómo te quiere, te aprecia, te reconoce y te agradece la gente, tus amigos y los hermanos de vida que escogiste. NADIE como tú, NADIE. Nadie podrá dejar la huella que dejaste, ni imitar tu generosidad, tu altruismo y tu alma arrolladora”.
“Gracias a todos por su amor, solidaridad y muestras de cariño, una disculpa si no los correspondía como se lo merecían o como mi papá lo hubiera hecho, pero en mi defensa, nadie hubiera podido corresponderles como él”.
“Papito hermoso. Gracias, vuela, ve a abrazar a los amigos que se te adelantaron y méntale la mad** al encargado por este 2020 porque sé que sin duda así te vas a llevar con él y lo vas a traer en chin**”.
La carta de Jaime a su papá concluye así: “Te lloro, te río, te reclamo, te extraño, te huelo, te abrazo en cada respiro, sé que el tiempo me ayudará a procesar y a entender que quizá ya no habrá respuesta cuando diga ‘Pá’, ya no me rascarás la espalda cuando me acueste arriba de ti (sí, desde luego lo seguía haciendo), pero sé que en cada sentimiento ahí estarás y me escucharás siempre y seguramente te reirás mucho de todo. Mi nombre es Jaime Camil y les aseguro que palidezco ante el verdadero, el original. Te amo”.