Clarissa Molina pasó horas de incertidumbre luego de que un grupo de personas robara su cuenta de Facebook. Por fortuna, la presentadora de El Gordo y la Flaca logró recuperar su página, y ahora con más calma contó lo mal que lo pasó durante noches sin dormir esperando que todo saliera a su favor.
“Ayer pasé una noche que no se pueden imaginar”, contó un poco estresada. “Gracias a Dios que me ayudaron. No fue fácil, fue difícil porque fue un proceso casi de un día entero... una noche entera, madrugada completa. Esta mañana ya me pudieron devolver la página”, dijo más tranquila.
Y es que no se trataba sólo de perder el control de su perfil, sino que los culpables publicaron contenido que no tenía relación con ella. “Empezaron a poner videos súper extraños, por ejemplo de mujeres menéandose raro... bueno, en fin”, dijo sin entrar más en detalle de los posts que ya quedaron atrás.
Clarissa sufrió por haber perdido su página no sólo por las publicaciones que ahí tenía, sino porque es parte de su trabajo desde que inició su carrera en la televisión. “Me costó tanto trabajo, Dios mío, querer quitarme la página que con tanto esfuerzo yo y un equipo ha formado desde que yo empecé Nuestra Belleza Latina, y ustedes me han ayudado a tener esta página”, explicó.
Los culpables, en la mira
La amiga de Raúl de Molina y Lili Estefan no sólo no podía creer que la gente se haya atrevido a arrebatarle algo por lo que trabajó tanto, sino que trató de ahondar en el por qué no quería echar todo por la borda.
“Me ven y dicen: ‘Ay, es una página’, pero esta página de Facebook, créeme que me ha costado bastante crearla, mantenerla, para estar conectada con ustedes”, dijo.
En cuento a los responsables, aseguró: “Fue gente del otro lado, eran árabes. Logré hasta mirar las fotos a través de un amigo mío que me estaba ayudando a conseguir todo y a recopilar información para mandárselo a Facebook para que nos ayudara”.
Para finalizar, Clarissa dio un consejo de seguridad a sus followers: “No confíen en nada de links (raros) que les envíen por ahí. ¡No, no y no! Si no se sienten seguros, mejor no le den click a nada, ¿ok? ¡Los quiero mucho!”.