Fernanda Castillo está disfrutando la recta final de su embarazo, la cual ha sido una de las mejores etapas que ha podido experimentar. A tan solo dos meses de recibir a su primer hijo, Liam, la actriz revela a una conocida publicación de moda mexicana su sentir durante este proceso de gestación que ha pasado en compañía del amor y cuidado de su pareja, el actor Erik Hayser . Con un brillo muy particular en su rostro y la felicidad que irradian las imágenes, la recordada Mónica Robles de El señor de los Cielos (Telemundo) habla sobre su papel protagónico más importante: ser madre.
“No fue algo planeado, pero sí era algo que deseaba y es muy impresionante porque hay muchas mujeres que quieren embarazarse y es complejo. Tengo 38 años y pensé que iba a ser difícil porque conozco gente a mi alrededor que pasa por procesos de fertilización, afortunadamente nos salió a la primera. Fue impresionante y te da una sensación de agradecimiento que sucediera tan rápido”, señaló a la revista Noir.
Fernanda, a quien veremos pronto en la segunda temporada de la serie Monarca, combinó su etapa laboral con el embarazo y expresó que desarrolló una conexión tan fuerte con Liam, que su tránsito en la dulce espera ha sido perfecto.
“Siento que me protege. Durante todo el proceso yo tuve que trabajar y tenía compromisos hechos y el bebé me ayudaba. Yo le decía: ‘tengo fotos mañana y necesito que te escondas’ y se guardaba. Suena muy raro pero era muy tierno darse cuenta que yo sentía que me escuchaba, pensaba en que me tenía que ir a trabajar y de repente amanecía yo plana y decía: ‘no puede ser que esté pasando esto’”, afirmó.
Con respecto a los síntomas que usualmente acompañan el embarazo, la mexicana aseguró que no ha tenido mayores complicaciones y que su bebé la cuida hasta en ese sentido.
“Me cuida desde el principio, no me he sentido mal nunca y un día me comí algo que no me debí haber comido y me acuerdo que tuve náuseas pero nunca vomité y entonces mi sensación para con el bebé es: ‘yo te estoy cuidando, mamá’”, puntualizó.
Finalmente, Fer revela que durante este proceso ha fortalecido un lado su esencia, se siente una mujer nueva y no se ha permitido bajar la guardia para nada, ya que es consciente que su pequeño la necesita al 100 por ciento.
“He aprendido a que mi vulnerabilidad no me pone en riesgo y él lo sabe. Ahora soy más sensible y él me ha enseñado a que está bien y, sobre todo, que me puedo dejar proteger. No sé exactamente cómo explicarlo pero esta sensación es muy bonita y me alegro mucho haberme permitido vivir esta etapa de ser mamá”, concluyó.