Britney Spears anunció su decisión de no volver a cantar luego de perder la demanda en contra de su padre, Jamie Spears, para que dejara de ser su gestor y administrador de la fortuna valorada en más de 60 millones de dólares. Fue a través de sus representantes legales que la princesa del pop aseguró que pondría una pausa en su carrera a menos que se libere de él, una batalla que continuará en los juzgados.
“Britney tiene miedo de su padre y no volverá a actuar si él sigue a cargo de su carrera”, expresó el equipo legal de la intérprete de Toxic. Los abogados de ambos volverán a enfrentarse en una audiencia asignada para el 16 de diciembre, en donde volverán a exponer el caso.
Aunque Lynne, la madre de Britney no asistió a la audiencia, aseguró que la relación de su hija y su exesposo es tóxica. “La conflictividad no es infrecuente en las familias, pero esta no es una familia habitual”, expresó en un comunicado.
Los fans de Britney están preocupados
Desde hace meses, los fieles seguidores de Britney notaron que su energía no era la misma. Aunque aparece bailando y mostrando sus rutinas de ejercicio, había algo extraño en sus publicaciones. A sabiendas de que Britney estaba bajo la tutela de su padre, los internautas iniciaron el movimiento #FreeBritney.
Jamie Spears tiene el control legal de las finanzas de su hija desde 2008. En 2019 cedió la tutela temporalmente por temas de salud y una abogada se hizo cargo. Britney desea que sea ella quien se encargué de todo, razón por la que inició la demanda en contra de su padre.