Muchos de los fans de Gloria Estefan pensarían que al tenerlo todo, la felicidad llega por sí sola. Y esa es justo la idea que en muchas ocasiones llega a lastimar a las personas, quienes sin darse cuenta caen en depresión, en una batalla de ansiedad que lejos de ser un episodio pasajero, se convierte en un problema de gran seriedad que, en muchos casos, llega a afectar la integridad de quien lo padece y en peores situaciones, los hace tener pensamientos negativos sobre su propia vida. Es por ello que en este nuevo episodio de Red Table Talk: The Estefans , la cantante de 63 años abrió su corazón junto a su hija Emily, y su sobrina Lili Estefan sobre las batallas que tuvo tiempo atrás consigo misma.
Si bien su vida ha estado llena de dicha y fama, cuando apenas era una adolescente, Gloria tuvo que ver las consecuencias de la guerra de Vietnam en su padre, una de las personas que más amaba. Poco a poco lo vio deteriorarse y la carga de verlo son poder hablar o ponerse en pie, fue tan abrumadora que ella misma pensó en quitarse la vida.
“No quería decirle a mi mamá que empezaba a sentir que mi armadura se rompía. No le dije a mi abuela porque se preocuparía. Mi papá había dejado una pistola en casa cuando se fue a la guerra, para supuestamente proteger a mi mamá. Yo sabía en dónde estaba y empecé a tener pensamientos de desesperación”, confesó al borde del llanto.
Y el momento más obscuro de su vida llegó: “Recuerdo haber ido a buscarla pensando: ‘Ok, el arma está ahí. Pero, ¿qué tal si en su lugar mejor me cuelgo porque sería muy sangriento? Incluso había elegido un árbol en el que lo haría. Pero pensé: “¡Espera! Mi mamá me va a encontrar. Mi hermana me va a ver”, recordó.
Sin embargo, pensar en las personas que ama ayudó a liberarse de esa idea: “No voy a estar aquí para ellas, y lo que me sacó de ese momento fue pensar en los demás, en la gente que amo. Poco a poco me enfoqué en la escuela. Tomé el proceso y lo que me ayudó fue a imaginar cómo sería la vida después para quienes amaba”.
Y por fin llegó la motivación que la hizo ver lo mejor de sí misma. “Nunca hablé de esto con mis amigos, porque para mí ellos pasaban por su adolescencia divirtiéndose. Encontré mucha ayuda propia cuando llegó Emilio Estefan. en definitiva el amor hizo mi vida algo que amé. Estudiar psicología, es algo que aún encuentro fascinante. De pronto me dan ganas de regresar y hacer un doctorado”, contó feliz.
Una carga que muchos ocultan
Tal como Gloria, Lili y Emily confesaron haber sentido ansiedad y depresión en algún momento de sus vidas. Para la presentadora de El Gordo y la Flaca, fue un proceso difícil, pues desde niña estuvo cerca de la enfermedad mental, pues sin darse cuenta su madre batallaba con una, pero al no tener un diagnóstico, el desenlace fue fatal.
En esta ocasión, Lele Pons fue una de las invitadas a la mesa roja, en donde contó cómo fue para ella lidiar con su propia enfermedad mental. A simple vista y con sus videos virales, parece que Lele es una chica alegre, que lo tiene todo, pero desarrolló un problema con OCD y con el síndrome de Tourette.
“Solía pensar que era una perdedora, que todo estaba mal, que nadie me iba a querer así... Si no hago esto, mi familia va a morir y no voy a tener una carrea exitosa. Pensaba que nunca me iba a casar, que nadie se iba a enamorar de mí y que nunca sería feliz... Es el final, debo matarme”, agregó la sobrina de Chayanne.
Lele se negaba a sí misma que necesitaba ayuda, y durante cuatro años evitó ir a terapia pensando que podía “curarse” sola. Lele incluso reveló que su gran amigo, Juanpa Zurita, fue una obsesión para ella. Como una de las influencers más famosas, decidió usar sus redes sociales para mostrar al mundo la realidad de sus terapias y afortunadamente va por buen camino.
Karla Souza y su terrible experiencia
La actriz de How to get Away with Murder, Karla Souza, es muy privada con su vida personal, pero decidió abrir su corazón para esta sesión. Su madre sufría de desorden bipolar, al igual que otras personas de su familia. El esposo de su hermano es esquizofrénico y ella tuvo un episodio psicótico.
“Aún intento saber qué pasó. No tenía idea porque a los 18 perdí la habilidad para hablar”, reveló sobre sus días de estudiante en Londres. “Estaba agotada, era una ansiedad con miedo y mutismo, como cuando quieres encontrar la palabra correcta, pero no se va el sentimiento”, dijo.
“Fue un infierno. Empecé a tener pensamientos suicidas. Recuerdo un momento en el que me paniquée y mis padres me llevaron a hablar con un pastor. Hicieron lo mejor que pudieron, pero recuerdo ver la cara de mis amigos convertirse en ratas y me iban a comer. En la gente que iba a mi casa, veía cosas”, confesó ante el asombro de las chicas Estefan.
En la universidad, Karla se quedaba en un rincón con la idea de que la gente iba hacia ella para atacarla, cuando en realidad nadie hacía nada. “Firmaron una petición para sacarme de la escuela. Mi novio, mis amigos estaban espantadnos, pero porque no sabían lo que sucedía. Y me dio pánico pensar que podría volver a pasar”, agregó. Luego de un tratamiento que la hizo dormir por dos semanas, Karla no ha vuelto a tener episodios.