Lili Estefan abrió por completo su corazón para contar los detalles de su divorcio, 25 años después de haber dado el “sí, acepto” a Lorenzo Luaces y tener una familia junto a sus dos hijos, Lorenzo Jr. y Lina. En su reveladora charla, emitida a través del show virtual Red Table Talk: The Estefans, Lili tuvo como invitada a Lina, quien aseguró que desde tiempo atrás notaba que algo no estaba bien en casa, los efectos del divorcio en su ánimo y cómo ahora no se lleva tan bien con su padre como desearía.
A pesar de que Lili hizo hasta lo imposible porque sus hijos no se vieran afectados por la situación que pasaba su matrimonio, la infidelidad que confesó Lorenzo alcanzó a ambos chicos. Lina recuerda que cuando tenía 14 años su mamá estaba de viaje, y su padre salió de fiesta con amigos que ella no conocía. A la joven se le hizo extraño, pues conocía bien el círculo social de sus padres.
“Quería saber en dónde encontrarlo porque me iba a quedar sola en casa y así me sentiría segura”, dijo frente a su madre, su tía Gloria Estefan y su prima Emily Estefan. Lina intentó llamarlo, y tras varios intentos por fin escuchó la voz de su padre con música de fondo. Lorenzo volvió a casa no de muy buen humor y con reclamos: “Por eso es que odio estar aquí. En el segundo que llego alguien está de malas o me castiga”, expresó antes de volver a dejar a su hija sola.
Fue entonces cuando Lina supo que su padre ocultaba algo, que las cosas en su hogar no estaban bien. Sin embargo, guardó silencio y no le dijo nada a su mamá, pensando que imaginaba todo y lo que menos quería era crear un conflicto familiar por, aparentemente, nada. Contarle a su hermano tampoco parecía buena opción, a pesar de que tienen una relación muy cercana.
Después de negarse a caer en un chantaje por 200 mil dólares a cambio de las fotos en las que Lorenzo Luaces aparecía con otra mujer, Lili aceptó la idea de su entonces esposo y lo contó todo en televisión antes de que algún medio pagara por las imágenes. En 2017, Lili apareció en la el set de El Gordo y la Flaca contando ese terrible capítulo de su matrimonio.
El mismo día, la sobrina de Emilio Estefan habló con sus hijos. Pero Lina ya se había enterado de lo que sucedía gracias a los mensajes que recibió de parte de sus amigos. Después de a charla familiar en la que Lili le aseguró a su esposo que le había roto el corazón, Lorenzo se fue de la casa. Desde entonces, la relación con sus hijos es muy distante.
Depresión y muchas dudas
Lina siempre fue una buena estudiante, una chica con mucha energía y proyectos de baile. Pero un día despertó con mucha pesadez, se le dificultaba salir de la cama y empezó a faltar a clases. Además, todo dejó de interesarle. “Mis notas empezaron a bajar. Renuncié a las clases de baile con excusas. No hablaba de nada y mis amigos se daban cuenta. Recuerdo un día que vi mi reporte de asistencias y tenía 40 faltas en la escuela”, recordó. Lina había caído en depresión sin darse cuenta. “Creo que estaba en negación. Mis relaciones empezaron a verse afectadas”, agregó.
La joven charlaba con sus amigos y compañeros, quienes le decían que 50% de los matrimonios termina en divorcio. A pesar de no tener a su padre en casa y saber lo que pasaba, muy en el fondo pensaba que su familia no sería parte de las estadísticas. Pero una tarde, Lili recibió una carta de su abogado con la demanda de divorcio puesta por Lorenzo. En enero de 2020, el matrimonio llegó a su fin de manera legal, justo el día que la presentadora recibía un Emmy en honor a su carrera.
A pesar de cómo sucedió todo, Lina contó con el apoyo de su mamá y junto a su hermano fueron a terapia. Poco a poco las cosas empezaron a tomar forma y hoy es una modelo en busca de la gran oportunidad que la lance a las pasarelas más codiciadas.
La distante relación con su padre
La joven tiene un gran corazón. Tanto que sin importar lo mal que la pasaron ella, su mamá y su hermano, ama a su padre. Incluso le gustaría ser más cercana a él. “Al final es mi padre y siempre lo voy a amar... Me encantaría verlo en mi graduación, en mis cumpleaños”, se sinceró la chica. Lina espera que algún día su padre rompa esa barrera y puedan llevarse bien, ser felices y logren crear mejores recuerdos que atesorar.