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Dentro del marco del lanzamiento de su línea de lencería 2020, Rihanna incluyó una tema que contiene pasajes de textos sagrados islámicos como parte del desfile virtual de su marca Savage X Fenty celebrado en Los Ángeles, lo cual generó el descontento de la comunidad musulmana. Aunque su nombre viene del Corán, el pequeño desliz se produjo durante su intervención estelar del evento y mientras ella lucía sus sensuales diseños, por los altavoces se escuchaba una canción de la artista de música electrónica Coucou Chloe llamada Doom, en la que se narra un hadiz.
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Los hadices son, en el Islam, textos sagrados que representan las tradiciones o dichos del profeta Mahoma. Por ello, los musulmanes más ortodoxos y al igual que un gran puñado de internautas occidentales han reprochado duramente el actuar “Ri Ri” en dicha pasarela que irónicamente llevaba en alto la bandera de la inclusión y tolerancia.
De hecho, muchos de los creaciones de ropa interior de Rihanna fueron expuestas por modelos de talla internacional como Irina Shaik , Gigi Hadid y Cara Delevingne e incluso mujeres tallas grande como Paloma Elsesser y la rapera de moda Lizzo.
La primera en alzar la voz fue Coucou Chloe ya que la controversia que se ha generado ha sido de gran escala: “Doom fue creada usando samples de música dance que encontré en internet y, en ese momento, no sabía que esos samples usaban el texto de un hadiz islámico”, expresó.
Y tras esas primeras disculpas, llegó la de Rihanna. “Me gustaría agradecer a la comunidad musulmana por señalar un gran descuido que no fue premeditado ni con la intención de ofender a nadie en nuestro show Savage x Fenty”, señaló la cantante.
“Lo más importante es que me gustaría disculparme con ustedes por este honesto, pero descuidado error. Entendemos que hemos herido a muchos de nuestros hermanos y hermanas musulmanes, y estoy increíblemente apenada por esto. No utilicé esa canción con ninguna intención de faltar el respeto a Dios o cualquier religión y por lo tanto el uso de la canción en nuestro proyecto fue completamente irresponsable”, agregó apenada.
No es la primera vez que Rihanna se mete en líos con el Islam. En 2009, grupos extremistas de Malasia exigieron que se cancelara su gira por el país, al considerar que su presencia era “una ofensa a la cultura oriental y un desprestigio para los artistas locales”.
En 2013, la intérprete de Umbrella tuvo otro traspié con los musulmanes al realizar una sesión de fotos en la Mezquita Sheikh Zayed de Abu Dabi y a pesar de cumplir con el protocolo de vestimenta (cubierta con un hiyab), las imágenes provocaron su expulsión del lugar.