Raúl de Molina y Lili Estefan tienen décadas de experiencia tras las cámaras y como entrevistadores de los más famosos del cine, la música y la televisión. No es de gratis que también sean presentadores titulares de El Gordo y la Flaca , uno de los programas de noticias de la farándula más exitosos dentro y fuera de Estados Unidos. Sin embargo, Tanya Charry tuvo una duda que quiso preguntarle a ambos: ¿A qué se dedicarían hoy en día si no estuvieran en la televisión?
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Al principio, la reportera se imaginó que Raúl, por sus habilidades gastronómicas, podría estar trabajando como chef en un restaurante. “Y sería muy exitoso porque todas las personas dirían: ‘si el chef está así, es porque el restaurante está bueno’”, imaginó entre broma.
En cambio Lili, aseguró que de no estar frente a las cámaras, sería una bailarina en Broadway. “Las piernas, así, hasta arriba todos los días”, dijo segura de sus habilidades para bailar de manera profesional.
Pero también se imaginó en un trabajo más sencillo. “O cajera en un supermercado porque me encanta hablar. ‘Hola, ¿cómo está usted? Aquí le cobro. Deme la tarjeta. ¡Claro que sí, señora, que tenga un buen día!’”, se visualizó. “A mí me encanta hablar, entonces fuera cajera en un supermercado o una bailarina en Broadway”, dijo sin dudarlo y orgullosa de ello.
Raúl de Molina no se inclinaría por la comida
A pesar de lo que imaginó Tanya, a El Gordo no le hubiera gustado trabajar en un restaurante. “No, yo no quisiera ser chef. A mí me gusta comer en los restaurantes y sé cocinar, relativamente bien”, dijo, poniendo en claro que sus gustos culinarios no van precisamente de la mano de una profesión.
“Yo quisiera ser torero, pero nunca mataría al toro”, explicó sobre esta práctica que tanto le gusta pero sin hacer sufrir a un animal. Tras pensarlo unos segundos, confesó: “Me gustaría ser jugador de futbol. ¡Ser el número 11 para el Real Madrid!”, agregó emocionado con la idea de estar en la cancha. ¿Se los imaginan?