Camila Fernández y su novio, Francisco Barba, tomaron a todos por sorpresa este sábado 1 de agosto, cuando acompañados de sus seres más queridos se casaron en la Parroquia San Francisco Javier de las Colinas en Guadalajara, Jalisco, México. La pareja estaba decidida a pasar por el altar a pesar de la pandemia, razón por la que sólo 50 invitados pudieron estar junto a ellos mientras se daban el “sí, aceptó”. La hija de Alejandro Fernández no dejó de sonreír en ningún momento y, acompañada de su padre, entró a la iglesia en donde juró amor eterno a su novio tras sólo nueve meses de relación.
La novia de 22 años llegó a la iglesia en un auto acompañada de su padre, mientras que el novio hizo una entrada a caballo y portando traje de charro. Con un vestido strapless y del brazo de Alejandro Fernández, Camilia caminó hacia el altar para iniciar esta nueva etapa de su vida.
Fue entonces cuando el cantante se colocó una mascarilla como medida de seguridad. Para cumplir con las normas sanitarias, a cada uno de los invitados se les tomó la temperatura antes de entrar a la iglesia. Además se les pidió que usaran cubrebocas, aunque los novios se casaran sin llevar uno puesto.
Tras la ceremonia religiosa, la familia de los novios y sus allegados más queridos celebraron la boda en un salón de fiestas en el que se reporta hubo 150 invitados. A Camila la acompañó su mamá América Guinart además de sus hermanos: América, Alex, Valentina y Emiliano. Su abuela Doña Cuquita también estuvo presente al igual que sus tíos Vicente Fernández Jr. y Gerardo Fernández. El gran ausente fue Don Vicente Fernández, quien prefirió quedarse en casa para evitar los riesgos de contagio de CVOID-19.
La fiesta no terminó sino hasta las primeras horas del domingo, ya que todos los invitados celebraban la alegría de los novios al ritmo de la música del Mariachi Nuevo Azteca y un DJ. Alejandro Fernández no paró de bailar y dedicó algunas canciones para su hija. América Guinart también se adueñó del micrófono para esta ocasión tan especial.
El detalle del carruaje y los planes de maternidad de Camila
Aunque la novia llegó ala iglesia en un auto junto a su papá y en ningún momento perdió la sonrisa, hubo un detalle que no salió como lo habían planeado. La idea original era que hiciera su entrada en un carruaje tirado por caballos, que completaría la llegada de su novio a caballo. Sin embargo, hubo una confusión y quienes conducían se fueron a otra iglesia. Casi al final de la misa, el coche por fin había llegado al lugar correcto.
A la salida de la iglesia Camila, quien no dejaba de sonreír, charló con la prensa sobre sus planes de escribirle a la cigüeña. “Me gustaría ser mamá, quién sabe si pronto, pero yo les aviso”, dijo entre risas.