Alan Tacher y su esposa, Cristy Bernal, son parte de la inmensa población mundial que ha dado positivo a Coronavirus. Su caso, conocido gracias a la fama del presentador de Despierta América, es uno más de la familia de Univision y después de dos semanas de haber anunciado la noticia, la pareja estuvo presente de manera virtual en el programa matutino para contar cómo fueron estos días y lo difícil que les resulta mantenerse alejados de sus hijos, a quienes no pueden abrazar por su propia seguridad.
“Ahí vamos, tratando de inventar cosas de cómo irnos comunicando con ellos porque obviamente, en el día a día, se empiezan a poner nerviosos, tristes”, dijo Cristy a Karla Martínez sobre la situación que viven en casa.
La pareja tiene dos hijos en común: Michelle de cinco años, y Liam de dos. La mayor es quien entiende un poco más lo que sucede, aunque también necesita del contacto de mamá y papá, de quienes debe estar distanciada. Cristy contó que juegan con ellos de forma distante, escondiendo con ayuda de la nanny algunos regalos en el jardín y desde la terraza los observan.
“Se empiezan a poner nerviosos porque no interactuamos con ellos. Ha sido difícil”, expresó la amorosa mamá. Alan agregó que su hijita en ocasiones no lo entiende y se quiere acercar a ellos, por lo que ambos padres se protegen con mascarillas, pues a veces sin saber la pequeña está junto a ellos sin que lo noten, algo común entre los niños.
“Ayer se puso a llorar de desesperación de querer dormir con nosotros. Está durmiendo con la nanny, con Liam y ya no puede. La vi muy mal”, contó Tacher sobre lo duro que es para sus pequeños.
El lado complicado de la enfermedad
Además de los síntomas físicos, Alan experimenta mucho estrés mental. “Me da desesperación el saber que te tienes que aliviar y el que no estés haciendo algo, generando, produciendo. Te sientes inútil, así yo lo pienso, aunque sé que somos bendecidos porque no nos afectaron los síntomas como a muchísimas otras personas”, dijo un tanto inquieto.
Para Alan incluso ha sido estresante darse cuenta cómo pasan los días. “En estas tres semanas te das cuenta de que sigues haciendo lo mismo y todos los días piensas que es lo mismo y ya pasaron tres semanas. Es ansioso, desesperante”, expresó.
Y de poder hacer algo por la humanidad, el mexicano regresaría a principios de año para prevenir a todos. “Me encantaría viajar al pasado, a hace seis meses y poder decirle a la gente lo que va a suceder en el mundo entero, y lametablemente no se puede hacer”, dijo.