La más reciente producción discográfica de Ricky Martin ha nacido de la tristeza que se vive debido a los efectos psicológicos producidos por la pandemia del Coronavirus; pero tiene un resultado alegre. El viernes 29 de mayo, la superestrella de la música latina de 48 años compartió una pequeña dosis de cura para el mundo con el lanzamiento de su EP de seis canciones titulado Pausa. “Empecé a trabajar en este álbum hace muchos, muchos meses”, dijo a HOLA!USA . “Para ser honesto, todo lo que he trabajado en estos últimos 65 días de estar en total aislamiento es música”.
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Pausa, es su gran aporte en materia creativa. Por ahora, el cantante de Tiburones quiere que el mundo vuelva a la normalidad y sane. “La incertidumbre de lo desconocido, la tristeza de aprender a soltar”, dice sobre su inspiración. “Y la celebración de alcanzar ese nivel de aceptación será parte de este EP. La fiesta, más tarde, cuando sea hora de escuchar las canciones”.
Ricky hizo de este álbum un asunto familiar. Su esposo, Jwan Yosef, se convirtió en fotógrafo y camarógrafo, mientras que sus gemelos, Valentino y Matteo, de 11 años, se convirtieron en críticos de música y ayudaron a su padre a seleccionar las canciones para el EP. “Son exigentes y les encanta la música”, dijo a Entertainment Tonight. “Cuando llego a casa con algo que no les gusta, no tienen filtros. Te lo dicen”.
Las colaboraciones de la primera parte de este trabajo incluyen a las superestrellas de la música latina, Bad Bunny , Pedro Capó, Carla Morrison, Residente y Diego El Cigala. Sin embargo, trabajar con Sting resultó en la producción de su canción favorita, Simple.
“Es crudo; es honesto y es esa canción me ayudó a salir del agujero en el que estaba”, comparte. “Habla de simplicidad. Habla de cosas importantes que deberían ser simples”. En esta edición de The Spark, Ricky explica el poder curativo que tiene Pausa.
