Los días que Raúl de Molina ha pasado en su casa debido al confinamiento, no sólo le permitieron desarrollar sus habilidades en la cocina, sino que también lo hicieron darse cuenta de un detalle que no le agrada de su esposa Mily . Sin embargo, cuando quiso contarlo frente a las cámaras de El Gordo y la Flaca, Lili Estefan se dio cuenta de que estaba en un error y la conducta que debería cambiar es la suya.
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Y es que Raúl explicó que cuando llega a casa del estudio de Univision, tiene una rutina relajante que incluye comer, tomar un par de copas de vino y quedarse dormido cerca de las 7:30 de la noche. Al escuchar eso, Lili reaccionó y le explicó que no podía hacer eso.
“Espera, mi esposa empieza la pelea. Me levanto a las 10:30 de la noche, me voy para el cuarto, y cuando le digo: ‘Mily, vente vamos a ver una película’, ella me dice: ’Ay, no. Yo estoy cansada, he tenido que limpiar la casa todo el día’”, relató Raúl mientras su amiga no podía creer lo que escuchaba.
“Entonces, como yo ya había dormido, me quedé despierto hasta las cuatro de la mañana y mi esposa ahí: ‘No me dejas dormir’. Es difícil con la pandemia”, contó el presentador.
Directa, y tratando de que entendiera, Lili respondió: “No, Raúl, no es difícil con la pandemia. Es difícil vivir contigo”. Pero Raúl no se quedó callado: ”¡Es difícil vivir con mi esposa!”, dijo con su característico sentido del humor.
Para que tratara de entender, Raúl puso de ejemplo los 22 años que llevan juntos en la tele. “Si tú vivieras conmigo verías que soy la persona más fácil de convivir en el mundo”, lo que provocó la risa del staff del programa de Univision.
Lili Estefan, sin darle la razón a Raúl de Molina
Como madre de familia y por experiencias propias, Lili le explicó a su amigo la dinámica tan distinta que sucede en el hogar. “Los hombres llegan a la casa, se tiran en el sofá a ver televisión y las mujeres trabajan”, detalló.
“Se quedan dormidos, descansan tres horas como los leones de la selva. Uno trabajando y cuando uno tiene que dormir, entonces ustedes se despiertan como para ir para la discoteca”, continuó Lili.
Al final, Raúl pareció entender un poco lo que Lili trataba de decirle, aunque no dejó de defenderse. “Yo sí me pongo a trabajar. Trabajo aquí y con todo lo que tengo que hacer, en la casa también y ayudo mucho a cocinar. A limpiar no”, replicó. ”¿Quién recoge eso?”, preguntó Estefan. ”Mily”, dijo él con mirada pensativa.