Haberse mudado a Australia por unos meses, fue toda una experiencia para Alessandra Rosaldo. Y aunque vivió momentos únicos junto a su esposo, Eugenio Derbez, y su hija Aitana, fue en ese tiempo cuando se “abandonó a sí misma”, hablando en temas de condición física. Hoy, la cantante relata cómo fue el camino que la llevó hasta ahí y cómo ha sido su lucha para recuperar su figura.
“Abandoné todo el movimiento, empecé a no comer bien, fue el año que nos fuimos a Australia, esa estancia de cuatro meses, fue una hermosísima y gran oportunidad, pero al mismo tiempo yo estaba cien por ciento como esposa, madre y ama de casa”, contó en una charla con Reforma.
Lo peor vino después, cuando de regreso en casa notó las libras extra que tenía y empezar a perderlas no fue tarea fácil. “Cuando empecé a entrenar yo estaba físicamente en el peor momento de mi vida, nunca había estado pesando lo que pesaba ni con la talla en la que estaba”, aseguró. ”Me abandoné a mí misma, estaba en un momento difícil”.
La motivación que necesitaba
Por suerte, Alessandra encontró en su hermana Mariana al mejor apoyo. “Mariana fue mi motivación, motor, el empuje que yo necesitaba para retomar el ejercicio y rescatarme”, contó ahora que divide de forma ideal su tiempo entre su papel como mamá, su trabajo y el tiempo de su rutina.
Aunque va por buen camino, la también actriz optó por no decir cuánto peso ha perdido. Lo que sí dejó claro es que aún tiene un camino que recorrer, aunque la mayoría de sus fans no dejan de decirle lo bien que luce en las fotos que publica en sus redes sociales.