Álex Lequio, hijo de la actriz española Ana Obregón y el aristócrata italiano Alessandro Lequio, ha muerto a los 27 de años de cáncer. Tras dos años de una valiente lucha contra la enfermedad, el joven permanecía ingresado desde hace algo más de un mes en una clínica de Barcelona. Durante esas semanas, se encontraba recibiendo un nuevo tratamiento y sus padres no se separaron de su lado, según informa nuestro sitio web hermano ¡HOLA! España.
Durante ese tiempo, Álex recibió también la visita de su novia, Carolina, con quién mantenía una relación muy discreta de casi un año. La familia nunca bajó la guardia y se encontraba muy optimista, lo cual alentaba mucho al joven en su lucha contra la afección.
Recordado como una persona alegre, bromista y emprendedor, Aless tenía un futuro muy prometedor basado en dos importantes pilares en su vida: su familia y su negocio. Su madre priorizó la salud de su hijo durante los últimos años y tuvo que cancelar varias presentaciones teatrales para estar al tanto de su bienestar.
El joven empresario pasó siete meses ingresado en el prestigioso hospital Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York y se encontraba siguiendo sus pautas médicas en la Ciudad Condal, con una duración prevista de tres meses. Según una publicación española, el tratamiento “muy innovador” al que se estaba sometiendo procede de este mismo centro estadounidense.
Trabajador incansable y siempre en busca de nuevos horizontes, Aless comenzó a perseguir su sueño con 17 años, cuando se fue a estudiar a Estados Unidos, a la universidad de Duke (Carolina del Norte), donde cursó dos licenciaturas, en Ciencias Políticas y Filosofía. Sin embargo, el éxito profesional, labrado con esfuerzo y mucha entrega, le llegó en el terreno del marketing digital.
A finales de 2015, con 23 años, fundó su propia agencia “Polar Marketing”. “Soy una persona muy activa y muy creativa, que me gusta seguir creando nuevas ideas”, aseguró.
En 2016 lanzó “Celebrize”, una plataforma privada de “Polar Marketing” para celebridades e influencers en la que podían encontrar locales y marcas muy reconocidas, que ponían a su disposición servicios y productos de forma gratuita a cambio de publicidad.
Así se le recordará siempre, por esa entereza, ese envidiable sentido del humor, y la gran generosidad que demostró enviando todo su apoyo a quienes, como él, atravesaban la misma situación.