Raúl de Molina continúa en casa en confinamiento con su esposa Mily y su hija Mia. Y entre ellos no parece haber ni un momento de aburrición. Además de que el presentador hace de todo para mantener la seguridad en su hogar en Miami, no deja de lado su trabajo y a la distancia se conecta con Lili Estefan y Karina Banda, quienes se encuentran en el estudio de Univision. Aún lejos, El Gordo las hizo reír con sus ocurrencias, esta vez con una receta que encantó a su esposa y que se le antojó a más de uno.
Si se trataba de ahorrar tiempo y hacer dos cosas al mismo tiempo, Raúl dominó la tarea de forma perfecta. Desde el inicio del programa mostró cómo preparaba un delicioso plato de camarones. Al también fotógrafo le encanta la comida, y cocinar es uno de sus talentos que en estos días quedó al descubierto más que nunca.
“Aquí no hay truco como en los programas de cocina que tienen el plato listo y después te sirven otro”, dijo orgulloso El Gordo. ”Esto yo lo cociné cuando empezó el show y ya lo serví”, continuó antes de mostrar a la cámara su creación. Raúl, además, dejó ver que su esposa es su cómplice a la hora de grabar en casa, pues era justo ella quien estaba detrás de la lente para compartir con el mundo lo que había hecho su amado.
Para comprobar que todo había quedado delicioso, Raúl le quitó la cámara a su esposa y le pidió que probara los camarones. Y aunque ella se sirvió poco, él insistió y le sirvió más comida, lo que causó la risa de Lili Estefan y Karina Banda, quienes se quedaron con las ganas de probar la comida de su amigo. Para completar el menú, la familia de Raúl tenía quinoa, ensalada, espárragos y vino blanco. ¡Nada que envidiar a los mejores restaurantes!
Raúl de Molina, orgulloso de su sazón
El presentador quedó muy contento con su plato, y contó a los televidentes que los camarones estaban deliciosos. “Esto me ha quedado espectacular, porque yo ya lo probé. No estoy jugando. No estoy diciendo que soy el mejor chef, pero sé un poquito de cocina por la parte de comer en restaurantes”, explicó.
Y aunque le encanta mostrar la convivencia con su familia, su hija Mia estaba en otra habitación haciéndose cargo de sus clases virtuales, pues desde que inició el confinamiento, la chica universitaria voló desde California hasta Miami para estar en casa con sus papás.