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Raúl de Molina volvió esta semana a los estudios de Univision luego de pasar varios días en cuarentena en casa junto a su esposa Mily y su hija Mia. El presentador de El Gordo y la Flaca sabía muy bien que estar encerrado podía significar comer de más y ganar las libras que tanto trabajo le ha costado perder desde hace casi tres años en los que se enfocó en su salud. ¡Y lo logró! El amigo de Lili Estefan no sólo no llegó con libras de más después de su confinamiento, sino que se mantiene en forma y quizá hasta perdió algo de peso pero, ¿cómo lo hizo?
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Lili Estefan tenía la duda, y no se quedó con las ganas de preguntarle a Raúl cuántas libras había aumentado en su tiempo en casa. Orgulloso de su disciplina, contestó: “No he engordado ni una sola libra, creo que he perdido peso porque esta chaqueta me queda mejor”, dijo mostrando feliz su ropa.
Con su característico buen humor, aseguró que está mejor que nunca. “Me ha ido mejor, mira, mira este cuerpecito... si sigo así por dos años me quedo perfecto, luzco como Bad Bunny”, dijo ante la risas de Lili Estefan y Clarissa Molina. Y es que el Gordo no se quedó sentado en el sofá viendo televisión, pues gracias a una caminadora, estuvo en movimiento ya que al día la usaba por casi una hora.
Además, su alimentación es diferente. Para una persona que ama la comida, al principio fue difícil decir adiós a los platillos de sus restaurantes favoritos, pero después encontró el lado positivo en comer en casa. “Como mucho mejor que antes... el único problema que tengo es que tomo un poquito de vino en la noche”, confirmó.
Y no es que no lo disfrute, pero en los restaurantes suele haber más variedad, ¡y es irresistible! “Siempre he comido bien, el problema es cuando sales a comer y tienes aperitivo, plato principal, postre. Ahora como nada más plato principal, la ensalada”, detalló.
Raúl de Molina, un verdadero food lover
Con más tiempo en casa, Raúl pone especial atención en lo que come. Además de no incluir tanta variedad como tiene en los restaurantes, sus ganas de comer rico lo llevaron a la cocina para preparar recetas igual de sabrosas y con su propio toque. Él mismo lo demuestra en sus redes sociales, en donde comparte fotos de sus comidas con sus fans, ¡platillos que de verdad se antojan!
Para su cumpleaños número 61, que celebró en casa con su esposa e hija, Raúl se metió hasta la cocina para preparar un corte que se veía delicioso. Eso sí, cuando tiene antojo y quiere consentir a su familia, el reportero hace pedido a domicilio de sus lugares favoritos, como hace unos días, cuando ordenó la cena de uno de sus restaurantes predilectos, pues estar en confinamiento no es sinónimo de decir adiós a los deliciosos menúes de los lugares cercanos a casa.