Cada nueva fotografía de Adamari López permite ver lo bien que le ha ido con el estilo de vida saludable que adoptó a principios de año. De la mano de Oprah Winfrey, la presentadora de Un Nuevo Día se convirtió en una de las embajadoras de WW (conocido como Weight Watchers) y con su ejemplo motiva a la gente a dejar atrás la mala alimentación y la rutina sedentaria. El cambio es visible. Su figura luce diferente y su sonrisa con más brillo que el habitual pero, ¿cómo se siente ella?
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“Veo el cambio en la ropa, de las tallas que me estaba poniendo a las de ahora hay una gran diferencia”, contó Adamari a People en Español. Una diferencia que salta a la vista cada vez que posa en el estudio de Telemundo con un outfit diferente.
El cambio en la originaria de Puerto Rico no sólo se nota en el exterior, también por dentro, ya que confesó que sus exámenes de rutina salieron con niveles normales. Una buena noticia en especial después deque hace poco más de un año pasara una temporada complicada a raíz de la influeza que la dejó en cama y alejada de su familia por meses.
“Cada día que pasa me siento más contenta y emocionada con mi nuevo estilo de vida. Cuando reflexiono en mi cuaderno de progreso me doy cuenta de lo fácil que ha sido transformar mi alimentación”, expresó en una de sus publicaciones en las redes sociales.
Sana también en la mente
Adamari López sabe que no todo es sobre el aspecto físico, por ello en noviembre pasado optó por regresar a terapia ya que sentía que su vida había tomado un giro en el que se convirtió en una persona muy controladora en el ámbito personal, laboral y con su familia.
“Sentía que tenía que soltar y tampoco sabía cómo. Entonces volví a terapia y me ha venido muy bien porque me da herramientas. Creo que me ha servido para tranquilizar esa parte emocional y para encontrar ese balance”, dijo en su entrevista.
Además, Admari reveló que saca el mejor provecho de este tiempo en cuarentena. En casa, con su prometido, Toni Costa, las cosas no podrían estar mejor. “Volvimos a entender que somos un equipo, que estamos juntos, que queremos seguir caminando en la misma dirección, que nos podemos complementar”, expresó. Y junto a ellos su hija Alaïa se suma a las dinámicas familiares, incluso a las clases virtuales de zumba de Toni, en los que la pequeña de cinco años se roba la atención.