Kim Kardashian abrió su corazón y habló sobre uno de los peores momentos de su vida, cuando creyó haber perdido a su bebé durante su primer embarazo. La estrella de Keeping Up With the Kardashians participó en el podcast de la abogada Laura Wasser y recordó cómo fueron esos instantes en los que pensó que había sufrido un aborto espontáneo de su primera hija, North West, quien actualmente tiene seis años.
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En el programa All’s Fair de la abogada de celebridades, Kim relató la aterradora historia, la cual ocurrió hace más de siete años, en noviembre de 2012. “Pensé que había tenido un aborto espontáneo porque estaba sangrando muchísimo y sentía un gran dolor, estaba en Miami”. La empresaria recuerda que, temiendo lo peor, estaba lista para el procedimiento. “Fui al doctor, tienes que entrar y hacer una (dilatación y legrado) limpieza por el aborto involuntario”. El doctor la revisó y le dijo: “No detecto los latidos del corazón del bebé. Tuviste un aborto”.
El médico le sugirió ir al consultorio al día siguiente, pues era día de Thanksgiving y por la festividad, podría pasar inadvertida y mantener el procedimiento en la intimidad.
“En la mañana de Thanksgiving, llegué (al consultorio) y él dijo: ‘Hay un latido’. Yo estaba como, ‘¡Oh por Dios, esto es una señal, es el día de Acción de Gracias!’”, agregó. “Y fue así como terminamos teniendo a North”.
Un embarazo difícil
Pero las complicaciones siguieron… Kim confesó que su dulce espera fue de lo más complicada: “Tuve preeclamsia, North nació seis semanas antes de lo esperado pesando cuatro libras y tuve placenta accreta, que es cuando tu placenta crece dentro tu útero. Hay mujeres que mueren dando a luz por esto, así que te tienen que sacar la placenta lo más rápido posible, porque puedes sufrir una hemorragia interna”.
Un año y medio después del nacimiento de North, Kim y Kanye decidieron tener otro bebé, sin saber que el segundo embarazo se complicaría aún más. Tras el nacimiento de Saint, la empresaria tuvo que someterse a cinco cirugías para arreglar el daño interno que había ocasionado la condición de placenta accreta.
Tras esta experiencia, la cual ella describe como “traumática”, la pareja eligió agrandar su familia a través de un vientre subrogado. Gracias a este método, Kim y Kanye pudieron tener otros dos hijos, Chicago y Psalm.