La salud de Alejandra Guzmán es un tema que preocupa a la cantante y a su familia. El pasado 4 de enero, la Reina de Corazones tuvo que ser intervenida quirúrgicamente de emergencia para que le retiraran polímeros de la cadera, por secuelas del tratamiento estético al que se sometió años atrás y que aún persiste de forma negativa en su cuerpo. A pesar de ello, Alejandra se recupera favorablemente, y contó cómo es que este tipo de cirugías ya son algo con lo que ha aprendido a vivir.
Las infecciones que se han producido en su cuerpo tras la negligente intervención ya suman más de treinta, aunque ella no lleva la cuenta exacta de las veces que ha tenido que acudir al médico por esta situación. Ese número no es lo que más sorprende a la cantante sobre la situación que no sólo a ella le ha tocado vivir, sino a otras mujeres que con ilusión y esperanza entran a un consultorio con la idea de mejorar su aspecto físico.
“Es increíble porque siguen haciendo esta locura a la gente y realmente es mucho dolor. Es increíble lo rápido que se puede infectar y lo tienen que sacar del cuerpo porque lo está rechazando. Hay fiebre, hay mucho malestar, mucho dolor y sacamos una bola de 15 centímetros”, explicó a María Celeste Arrarás en Al Rojo Vivo sobre la situación y lo que le tocó vivir hace unos días.
Alejandra Guzmán, muy al pendiente de su salud
Aunque han sido muchas intervenciones, aún hay residuos en el cuerpo de Alejandra Guzmán que podrían llevarla al quirófano un par de veces más. A la par, la cantante encontró en las terapias hiperbáricas el mejor aliado para sentirse bien.
En una previa entrevista con el programa mexicano Ventaneando, Alejandra contó que estaba tomándose unos días de reposo en la casa de su padre, Enrique Guzmán, en México. Tranquila, la cantante expresó que ya conoce los síntomas que la alertan y que la hacen correr al médico para atenderse lo más rápido posible. Además, lleva una vida mucho más saludable para mejorar cada día más.