En 2010, Ximena Navarrete consiguió el título de la mujer más bella del mundo, al coronarse como Miss Universo. El físico de la tapatía impactó a los jueces de ese certamen de belleza donde, sus facciones y su simpatía consiguieron acaparar todas las miradas. A nueve años de aquella noche en la que, representando a México, hizo historia, Ximena sigue igual o más guapa que cuando consiguió aquella victoria.
Tras saltar a la fama, al ganar este reconocido concurso de belleza, Ximena demostró que no sólo se trataba de una cara bonita y, además de su labor altruista, debutó como actriz en la telenovela La Tempestad, donde dejó claro que tiene mucho talento. Durante estos años, no sólo hemos sido testigos de su evolución profesional, también de su transformación física que, como es normal, ha cambiado con los años.
Más sincera que nunca, Ximena convocó a sus seguidores de Instagram a una divertida dinámica de preguntas y respuestas, donde reveló uno de los cuestionamientos que más le realizan en esta red social: “¿Te has aplicado botox o te operaste?, te ves distinta, pero más bonita”, fue la pregunta que Navarrete respondió. Según contó, esta no es la primera ocasión que sus seguidores le hacen referencia a su cambio físico, algo que ella atribuye completamente al paso del tiempo.
Ximena tiene muy claro que su rostro no luce como hace 10 años, pero descarta que haya hecho uso de algún recurso estético: “La obsesión siempre con esta pregunta”, escribió, para luego añadir: “Claro que me veo distinta, las personas no se ven igual a los 20, que a los 30, que a los 40, etcétera. Los que me sigue desde mis tiempos en que gané Miss Universo obviamente con cada de niña, porque tenía 22 años. A mis 31, es lógico que mi cara se vea de mujer y no de niña”.
MÁS NOTAS RELACIONADAS
- Desde Madrid: Ximena Navarrete y Juan Carlos Valladares se visten de gala para el 75 aniversario de ¡HOLA!
- Ximena Navarrete y Juan Carlos Valladares celebran cuatro años de amor
- Ximena Navarrete y el lado que no conocíamos de ser Miss Universo
Y vaya que Ximena no miente pues, si bien su rostro refleja algunos cambios que, como ella describió, son producto de la madurez, sus rasgos son idénticos, no sólo de cuando ganó Miss Universo, sino también cuando era una niña, así lo ha dejado ver en varias fotos de su infancia que ha compartido en redes sociales.