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Tras meses de rumores sobre una posible ruptura, Geraldine Bazán y Gabriel Soto confirmaron su separación en noviembre de 2017. Un año más tarde, la pareja pondría punto final a su matrimonio y a través de sus redes sociales informaron que se habían divorciado finalmente. Tras haber superado una temporada bastante turbulenta de rumores y cuestionamientos, ambos actores han continuado con sus vidas por separado, priorizando siempre el bienestar de Elissa Marie y Alexa Miranda, sus dos hijas.
© @geraldinebazanA un año de haber finiquitado su matrimonio con Gabriel, Geraldine fue cuestionada por un grupo de periodistas sobre su estado de ánimo luego de su separación y de forma muy serena y sonriente accedió a responder las preguntas de la prensa. “Ya voy a cumplir un año de divorciada… al final, las decisiones y la vida del papá de mis hijas no tiene nada que ver conmigo”, dijo de la guapa actriz a los micrófonos del programa Un Nuevo Día (Telemundo).
© @geraldinebazanLa actriz de telenovelas como Por Amar Sin Ley (Univision) fue contundente al hablar de sus hijas y su relación con su padre, pues dijo, la prioridad siempre serán ellas. “Mientras (sus decisiones) no involucre a mis hijas, pues ni me incumbe ni me importa, la verdad”, dijo muy tranquila, dejando en claro que lo único que importa es el bienestar de sus pequeñas.
Estas declaraciones las hace luego de que hace unas semanas confirmara que su relación con el actor Santiago Ramundo, con quien mantuvo un discreto romance que duró apenas unos meses y que la actriz decidiera terminar por priorizar el bienestar de sus hijas, quienes confesó, aún se encuentran asimilando la separación de sus padres.
© @geraldinebazan“Mis hijas están en un proceso de aceptación, en un proceso de aceptación, entonces están tomando terapia”, indicó Geraldine al programa Suelta la Sopa (Telemundo), quien detalló que a la mayor de ellas le está tomando más tiempo asimilar la situación de sus padres. “Y justo el terapeuta nos dijo que para ninguna de las dos –sobre todo para Elissa—no estaba siendo nada fácil y que para ella era muy difícil aceptar o entender que sus papas tuvieran otras parejas”, dijo.
