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El caso de Pablo Lyle sigue su curso. Este lunes 9 de septiembre, los abogados defensores del actor mexicano recibieron la orden escrita del juez Alan Fine, en la cual se decidió que había bases para seguir adelante con un juicio contra el artista por el cargo de homicidio involuntario. Dicha decisión está basada en la conclusión a la que se llegó en la última audiencia realizada el pasado 22 de agosto. Ahora, los abogados tienen 30 días para apelar o ir a juicio con un jurado.
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Según los reportes de Televisa Espectáculos, el actor de novelas como Mi Adorable Maldición llegó a la corte de Miami acompañado por su equipo de abogados. Tras unos minutos, Lyle y sus defensores abandonaron el lugar, pues fue una audiencia relativamente corta en la que el juez Alan Fine les presentó por escrito su decisión desechar el argumento de defensa propia conocida como Stand Your Ground, válida en varios estados de la Unión Americana.
La defensa del actor indicó que estudiarán la posibilidad de apelar la decisión del juez, o si se irán a juicio. “Vamos a revisar de manera legal y decidiremos si vamos a apelar. De ser así, esa apelación sería llevada a la corte superior y no hay límite de tiempo inmediato”, explicó a los medios Bruce Lehr, abogado de Lyle.
Por el momento, se fijó una nueva fecha para el juicio el cual podría llevarse a cabo el 27 de noviembre. Sin embargo, esta fecha no es segura, pues hay varios factores de por medio, como la decisión de los abogados de Pablo Lyle de apelar la decisión del juez Fine.
Carlos González, abogado experto consultado por Univision indicó que, de ser hallado culpable, Lyle podría enfrentar de 9 a 15 años de prisión por el cargo de homicidio involuntario.
Caso Pablo Lyle
El pasado domingo 31 de marzo, Pablo Lyle tuvo un incidente de tránsito con un Juan Ricardo Hernández, un ciudadano estadounidense de origen cubano. Luego de un intercambio de palabras, Lyle atacó al hombre de 63 años dándole un golpe y derribándolo. Tras el incidente, Pablo dejó el lugar y tomó rumbo al aeropuerto, donde fue detenido.
Cuatro días después del suceso, Hernández falleció y la situación de Pablo cambió; el juez le estableció una fianza de $50 mil dólares, además de arresto domiciliario, condición en la que Lyle lleva ya alrededor de cinco meses.