Las vacaciones de verano han terminado para Mia de Molina y ha encontrado en sus padres a los mejores aliados para este regreso a clases. Raúl de Molina y su esposa, Mily, viajaron a Washington, D.C. para ayudar a su hija a instalarse en su departamento. Como todos unos papás responsables, Raúl y Mily se hicieron cargo de las compras para Mia, y a su paso por la ciudad no dejaron pasar la oportunidad de recorrer algunos de los puntos más turísticos, así como de hacer una parada en sus restaurantes favoritos en ese lugar.
A través de sus redes sociales, Raúl compartió algunas fotos y videos de este viaje relámpago a la capital del país, cuyo propósito era el de darle una mano a su hija con todo lo necesario para su residencia estudiantil. El presentador de Univision, así como su esposa, recorrieron un supermercado y llenaron el carrito de compras con todo lo indispensable para su única hija, quien se mudó a la capital en otoño pasado.
Además de esto, también compartieron una selfie desde el departamento de Mia, tal y como lo hicieron hace un año cuando viajaron a la escuela de su hija para conocer el dormitorio en el que viviría durante el primer año como estudiante de Negocios Internacionales.
El conductor de El Gordo y la Flaca y su esposa también aprovecharon este viaje para pasear por la ciudad y visitaron dos de sus lugares preferidos para comer en Washington D.C. En su perfil, Raúl compartió con sus fans parte de esta experiencia gastronómica en los restaurantes del chef Fabio Trabocchi. A pesar de que en las imágenes no aparecen junto a su hija, el también paparazzi reveló que la jovencita los acompañó en su itinerario culinario.
Felices en Hawái
Este regreso a clases se da después de que Mia haya disfrutado de unas merecidas vacaciones al lado de sus padres. Tras concluir con éxito su primer año en la universidad, Mia regresó a Miami donde pasó varias semanas con sus padres; incluso acompañó a su famoso papá a Premios Juventud, y sobre la alfombra roja fueron uno de los más asediados por los fotógrafos. Días después de esta grata experiencia, la familia de Molina se dirigió rumbo a Hawái, donde disfrutaron de unas espectaculares vacaciones.