Juan Soler y Maky han dedicado su vida a una pasión que tienen en común: la actuación. Con un par de profesionales en casa, sus hijas Mía y Azul crecieron con los mejores mentores sobre esta profesión que muchas niñas anhelan desde temprana edad. Sin embargo, Soler reveló que no cree que ninguna de ellas siga sus pasos en la actuación, pues no considera que el estilo de vida de una celebridad les llame mucho la atención.
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Juan Soler y Maky son padres de Mía y Azul, de 14 y 12 años, respectivamente
Juan Soler detalló que sus hijas han estado mucho más cerca de la experiencia actoral de lo que parece, pues ya estuvieron en un campamento en el que conocieron las exigencias de esta profesión. Y, al parecer, no les llamó mucho la atención.
"Las metimos en un 'camp' en Estados Unidos, a las dos, que justamente habla de eso de la disciplina, del sacrificio, de levantarte a las seis de la mañana para ir preparando el personaje porque a las tres de la tarde ya tienes que estar en el escenario, entonces creo que ninguna de las dos va a seguir los caminos del papá y la mamá", explicó el actor en una charla con Sale el Sol.
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Soler aprovechó para compartir un consejo que la experiencia le ha dado como actor: "Los chicos o la gente que va empezando muchos de ellos no ven todo lo que está detrás: el sacrificio que hay, toda la cantidad de las horas de trabajo, la cantidad de horas de preparación es muy demandante si estás decidido a hacerlo bien".
Las chicas están de vacaciones con su papá en la Ciudad de México
Juan Soler, un papá muy protector
La decisión de sus hijas por un camino profesional no es algo que deban tomar desde ahora, pues Mía y Azul tan sólo tienen 14 y 12 años, respectivamente. Por ahora, la prioridad de sus padres es que sean unas niñas felices, sanas y se diviertan a lo máximo.
Algo en lo que parece que el actor sí ha pensado es en la posibilidad de que sus hijas empiecen a salir con chicos. En broma, Juan Soler expresó: “Voy a ser un gánster con ametralladora”.
Juan Soler y Maky educan a sus hijas con mucho cariño y valores
En un tono más serio, contó que confía en la decisión que tome cada una de ellas. "No soy un tipo celoso, soy un tipo que sabe cómo crió a sus hijas, que sé perfectamente los valores que les inculqué, tanto la ética como la moral en la que siempre se criaron".
A pesar de los detalles familiares a los que la familia se enfrentó, las chicas tienen en su hogar una serie de valores inquebrantables. "Van a buscar en su pareja lo que hay en su casa: mucho respeto, mucha ética, mucha moral, creo que van a repetir patrones y para eso están criadas", aseguró muy contento el orgulloso papá.