Una intrépida aventurera
Edith González, falleció el pasado 13 de junio tras una larga batalla contra cáncer. Luchadora nata y de espíritu intrépido, la actriz exprimió la vida al máximo y disfrutó de experiencias inolvidables en sus viajes. Tan inolvidables como ella. Bienvenida a su cuaderno de bitácora más especial.
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En Bolivia, tocando el cielo
“Viaja, ríe y ama”, este era el lema de la actriz. Con sus imágenes invitaba a sus seguidores a hacer realidad sus sueños, a ser felices, a luchar con el alma.
Esas fueron las frases que Edith escribió durante su visita a Bolivia, lugar mágico, de viejos volcanes y su hermoso Salar de Uyuni, donde la actriz dijo: “¡El Cielo puede esperar!”
La magia y la mística de México
Edith guardaba un lugar muy especial en su corazoncito para su Mexico lindo. No quería que se le escapara ni un lugar por descubrir. La magia, la gente, la historia... Así describía algunas de sus experiencias.
"Un pedazo de luna en el bolsillo, sirve para encontrar a quien se ama, para ser rico sin que lo sepa nadie... pon una hoja tierna de luna y mirarás lo que quieras ver, unas gotas de luna... Así los antiguos mexicanos guardaron la esencia de la luna en piedra y de ésta construyeron una pirámide, una ciudad, un imperio y una cultura única".
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Muy espiritual en Asia
La pagoda Shwezigon, con su enorme y hermosa cúpula dorada se divisa desde lejos. Este es uno de los templos budistas que la acrtiz vistió durante su estancia en Myanmar.
Edith mencionó posó en la espectacular pagoda mientras reflexionaba sobre el budismo. Para ella, Buda era un ser iluminado, un maestro, guía y amigo. "El budismo es una concepción filosófica de vida", escribía la actriz en sus posts.
Corazón salvaje
Como en el título de su telenovela, el corazón de Edith era salvaje y adoraba a los animales. En su visita a una parque ecológico en México, alimentando a las jirafas y observando a los elefantes, se sintió llena de vida y de energía.
"Hoy siento esta imperiosa necesidad de conectarme con el amor, con las ganas de ser, hacer y crecer! Esta va por mí", fueron las palabras con las que describió su vista a este lugar.
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Brujas, la ciudad que la dejó maravillada
Belgica es conocida por ser el corazón de Europa. La actriz quedó absolutamente maravillada con este lugar, en especial se enamoró de la ciudad de Brujas. Su arquitectura, sus callejuelas, sus canales... Incluso llegó a bromear con el nombre de la ciudad en sus redes sociales. "Y para brujas... ", escribió la actriz rematando con un emoticono burlón. Así era Edith.
El Caribe, tan apasionante como ella
En un álbum de fotos de cualquier aventurero que se precie, no pueden faltar fotos de aguas transparentes, ruinas milenarias, y cabellos peinados por la brisa. Edith no fue una excepción, y de nuevo desde su México querido, esta vez Cancún, mandaba postales tan bellas como éstas.
Paris, la ciudad de la luz
"De cuando te quieres acabar el mundo, recorres tu vida en un instante. Aquí se ha escrito gran parte de la mía", así fue para la actriz su viaje a París, la capital de Francia, lugar del arte, ciudad del amor, la moda, y la gastronomía.
La torre Eiffel, el Louvre, el Arco de Triunfo... No hubo monumento que se le resistiera a la actriz. Edith posaba radiante, con una gran sonrisa, y con estilo très chic.