Raúl de Molina está cerca de cumplir su meta de bajar, al menos, 30 libras. Y en este complicado pero entretenido camino hacia un peso más bajo, el presentador de El Gordo y la Flaca cuenta con todo el apoyo de sus amigos más cercanos. Raúl reveló que durante su estancia en la clínica Pritikin Wellness Center, en donde está internado para llevar un estilo de vida más saludable, recibió la visita de Don Francisco. El también presentador fue testigo de los cambios que de Molina ha hecho en su dieta y bromeó sobre los alimentos que Raúl elige para no subir de peso.
Ambos conductores se sentaron a comer juntos y probar las recetas que ofrecen en la clínica que, a decir del amigo de Lili Estefan, no tienen nada de grasa. "¿Entonces cuántas libras has bajado?", preguntó Don Francisco, cuyo nombre real es Mario Luis Kreutzberger. "Los primeros ocho días, aunque no lo creas, bajé 16 libras", dijo orgulloso Raúl de Molina por el logro en su salud física.
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Don Francisco, entre bromas, agregó: "Pero si no te has comido todo. Mira, te queda un pedazo de limón". Raúl, contento, le adelantó que estaba a punto de pesarse para saber cuántas libras habían quedado atrás desde que llegó a la clínica. El resultado, aunque no el deseado, fue satisfactorio. "Esperaba mucho más. La primera semana fueron 16, esta solamente fueron cuatro comiendo menos y haciendo más ejercicio. Pero ya van 20 libras y se nota", expresó feliz en un cápsula del programa de espectáculos.
Un día en la vida de Raúl de Molina
En un reto personal, como bajar de peso, la motivación es primordial; y no hay mejor incentivo que los cambios físicos que se aprecian a simple vista. Por ello es que Raúl de Molina continúa detrás de esta meta personal que lo tiene muy contento. Incluso, a la hora de estar frente a las cámaras, presume que la chaqueta de sus looks ya le quedan un poco más sueltas al igual que el pantalón, o el cinturón que ya cambió de posición a una más ajustada.
Para lograrlo fue necesario un gran cambio en la rutina de Raúl, que incluye dieta y ejercicio. Desde las 6:30 am, el presentador está de pie y listo para el desayuno. Su menú matutino consiste en un omelette de claras con vegetales, sin grasa, y sólo la mitad de una toronja. Para acelerar la pérdida de peso, evita la fruta.
El día continúa con una clase de cardio de 45 minutos que lo ayudan a quemar cerca de 500 calorías. Ahí no termina la rutina física, pues le sigue una rutina de pesas que realiza por 45 minutos más. Para hacer el ejercicio más divertido, Raúl se inscribió a clases de zumba que lo hicieron sentir como un participante de Mira Quién Baila. Y si se trata de quemar calorías, Raúl confía en jugar un poco de tenis o hacer deportes acuáticos. No hay duda de que va por muy buen camino y pronto sorprenderá a sus seguidores con un cambio notable que no querrá dejar de presumir en la televisión ni en las redes sociales.