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Después de un intensísimo año de trabajo, en el que se tuvo que desplazar a Australia para asumir su puesto como la primera mujer Directora Musical de la Orquesta Sinfónica de Queensland, Alondra de la Parra ha regresado a nuestro país. Con las fiestas decembrinas como pretexto, Alondra viajó a México para disfrutar unos días de descanso con su familia y algunos amigos, entre quienes se encontraba el actor Diego Luna, con quien De la Parra tiene una amistad de toda la vida.
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Pero antes de este viaje, la directora de orquesta tuvo que hacer una parada obligada en la Ciudad de México para recibir la medalla de La Mujer del Año que otorga el Patronato Nacional de dicho premio. Con el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México como escenario, Alondra fue condecorada por sus aportaciones en la cultura y por llevar el nombre de las mujeres mexicanas muy en alto en el plano internacional.
Diego, por su parte, ha tenido un año muy agitado, pues la promoción -y el éxito- de la serie Narcos, lo ha llevado a viajar por el mundo; apenas en noviembre presumía en su cuenta de Instagram su visita a Mumbai y antes de eso estuvo en Singapur. No fue sino hasta principios de diciembre cuando regresó a la Ciudad de México, antes de darse esta escapada al Caribe mexicano.
Relajados, sin las presiones de sus agendas, y lejos de los reflectores y de los grandes escenarios, se les vio en una faceta diferente a la que nos tienen acostumbrados, disfrutando en todo momento en compañía de los amigos y familiares que se sumaron a estos días de descanso en el Caribe mexicano.
Como recordaran nuestros lectores, Alondra está separada del padre de sus hijos, Teo de María y Campos (baterista del grupo Liquits), desde hace más de un año. Su nueva etapa en la soltería coincide con el nombramiento que recibió en 2017 en la Orquesta Sinfónica de Queensland, haciendo que su ya agitada agenda recibiera un gran cambio, llevándola a vivir en Oceanía.
Lo cierto es que a lo largo de su carrera, Alondra se ha tenido que establecer en diferentes rincones del mundo para poder desarrollarse como directora musical en los más importantes escenarios internacionales. Esto no le es ajeno a Diego, quien vive a caballo entre Los Ángeles y México.