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Hace 62 años, Christiane Magnani se convirtió en la segunda mujer en ganar el título de Miss Universo, y gracias a ello su rostro y su nombre se convirtieron en sinónimo de orgullo en Francia. Ayer, a los 79 años, la esposa de Miguel Alemán Velasco (con quien se casó en 1961) y ex reina de belleza fungió como una perfecta embajadora de la cultura, la ciencia y la educación, al acompañar al Presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, en "Experiencia gastronómica en honor a los lazos de fraternidad entre México y Francia".
Regia, elegante y tan bella como siempre, Christiane Magnani deslumbró en un conjunto de vestido y saco color azul cobalto y una gran mascada con estampados en blanco, azul y rojo, una gargantilla de plata en forma de cadena y la cabellera suelta. Su estilo y porte fueron el complemento perfecto para el de la Primera Dama, Angélica Rivera, quien apareció con un traje de pantalón, blusa y saco negros, con un gran moño de tela del mismo color en la solapa y prendedor con un bonito broche de plata.
Al lado de Christiane estuvo su esposo, Miguel Alemán Velasco, uno de los invitados especiales del Presidente de México en esta gira de cuatro días que hoy continúa en Marsella. El abogado, filántropo y empresario lució igualmente elegante en esta ocasión, con un traje de raya diplomática en color negro y una enorme sonrisa.
La degustación de comida mexicana fue preparada por los chefs Elena Reygadas Castillo, Guillermo González Beristáin, Diego Hernández Baquedano y Edgar Núñez Magaña, en reconocimiento al pueblo y Gobierno de Francia por el gesto tan importante que tienen para con México. En el evento, el presidente Peña Nieto afirmó que la invitación al Día Nacional de Francia es un momento histórico para nuestro país, al ser la primera vez que México es invitado de honor a esta ceremonia.
Por la mañana, la pareja presidencial asisitó a la firma de la "Alianza Estratégica Académico-Científica México-Francia", celebrada en la Casa de América Latina de París. El acuerdo firmando este martes entre México y Francia tiene varios objetivos, pero uno de los más interesantes es ayudar a que los estudiantes franceses puedan estudiar en México y viceversa, bajo un programa de intercambios impulsado por diversas instituciones de educación superior tanto mexicanas como francesas.
Antes de esta importante visita, el Presidente y su esposa hicieron una guardia de honor en la tumba del Soldado Desconocido, emplazada en el famoso Arco del Triunfo. Ahí, Angélica Rivera regaló sonrisas en retribución a la calurosa bienvenida que les dispensaron los oficiales a cargo del homenaje en el que también participaron miembros de las fuerzas armadas mexicanas.
Durante el evento, en la mesa dispuesta para un brindis diplomático, resaltó un mantel con bordados mexicanos en colores rojo y blanco con imágenes de aves y venados que ayudó a resaltar el diseño de Angélica Rivera y que recordó las artesanías nacionales y tradicionales.
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