Cuando tenía 12 años, sus padres le dieron cien dólares para comprarse ropa para el nuevo ciclo escolar. Sin embargo, Karina no tardó en entrar a una tienda de maquillaje, donde se compró una paleta de sombras de Chanel. Desde muy joven, Karina Dávila sabía que su verdadera pasión era el maquillaje. Aunque estudió comunicación, su destino no tardó en recordarle cuál era su verdadero llamado.
Originaria de Guadalajara, abrió su primer estudio y rápidamente se ganó la confianza de celebridades como Nadia Ferreira y Ximena Navarrete, así como personalidades de la industria musical como La Josa, Las JNS, Dulce María, Kabah y Alejandro Fernández. Hoy, como empresaria con dos firmas de belleza, Karina nos recuerda que, aunque el maquillaje se asocia con apariencias y brillo, la verdadera belleza va mucho más allá de lo superficial.
Karina Dávila descubrió desde muy pequeña que le apasionaba el maquillaje.
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Una conversación de belleza con Karina Dávila
¿El maquillaje ha cambiado la percepción que tienes sobre ti misma?
El maquillaje me ha empoderado de una manera increíble. Me sorprende en lo que las mujeres podemos llegar a transformarnos a través de él. Nos da la libertad de interpretar diferentes papeles y decidir a quién queremos representar cada día. Muchas veces, cuando maquillo a alguien que nunca se ha maquillado, les recuerdo que pueden convertirse en un personaje, verse irreales por un momento, y al día siguiente regresar a ser ellas mismas.
¿Cómo manejas la relación entre el maquillaje y los estándares de belleza impuestos por la sociedad?
El maquillaje también es una herramienta que nos ayuda a lidiar con nuestras inseguridades, a volver a sentirnos seguras y guapas, y a recuperar esa actitud que a veces perdemos. Sin embargo, es super importante trabajar en nuestra salud mental y emocional, para entender que cuando nos quitamos el maquillaje, seguimos siendo igual de poderosas, solo que de una manera diferente.
Tienes una plataforma que cada vez crece más, ¿cómo lo has logrado?
Estoy muy orgullosa de que mi comunidad haya crecido de manera orgánica. A veces me regañan por ser tan "yo" y por mi forma de hablar, pero creo que eso es lo que realmente les gusta a mis seguidores. Siempre intento ser lo más auténtica y transparente posible. Además, trato de no usar filtros, y si los uso, se los hago saber.
El trabajo de Karina se ha enfocado en la autenticidad y la originalidad.
"Aunque luzcas hermosa por fuera, si no te sientes bien por dentro, no serás capaz de reflejar ni transmitir esa energía".
Karina Dávila
¿Y consideras que tienes una responsabilidad con tus seguidores?
Sí, en ser honesta. Al final del día, siempre les recuerdo que todos somos humanos. Les digo: "esta soy yo, tengo esta cara, tengo los poros abiertos, tengo imperfecciones". Creo que esa autenticidad es lo que hace que se identifiquen conmigo y se sientan conectadas.
¿Cómo mantienes la creatividad en tu trabajo? ¿En qué te inspiras?
Veo mucho contenido de los «grandes» y, la verdad soy bastante creativa, entonces las ideas llegan solas.
¿Quiénes son los “grandes” que consideras tu inspiración dentro de la industria?
Desde el lado empresarial, me inspira mucho lo que han logrado Selena Gomez y Hailey Bieber. Como maquilladores, admiro muchísimo a Samer Khouzami, con quien estudié en Líbano, y a Makeup by Mario. También tengo muchos colegas que respeto y adoro, como Vicente Montoya y Ger Parra. Y, por supuesto, mi eterna fuente de inspiración: Lady Gaga (ríe).
Karina Dávila ha reflejado su amor por la belleza en la creación de Butika y Ámu, dos marcas de belleza.
Cuéntanos de tu faceta como emprendedora.
Inicié ÁMU porque, después de más de 20 años en la industria y miles de brochas compradas, aún no encontraba unas que fueran realmente suaves, de alta calidad y que cumplieran su función como deberían. Por otro lado, Butika nació con una misión propia: la de crear productos de belleza naturales que no solo fueran efectivos, sino que también hablaran al alma. Son dos conceptos distintos pero que hablan un idioma en común: el de la belleza.
Si pudieras darle un consejo de belleza o maquillaje a tu versión más joven, ¿cuál sería?
¡Suelta esas sombras plateadas nacaradas!
Por último, ¿cómo ves encaminado el futuro de la belleza?
Hacia una concepto más integral e inclusivo, donde el maquillaje sea para todos y no existan estigmas.